Foto: Francisca Ulloa / Flickr (CC BY 2.0)
¿Cómo prevenir la escoliosis?
Esta es una pregunta muy frecuente pero, en realidad, al desconocer las causas que la producen es complicado elaborar una lista de medidas para prevenirla. No obstante, sí es cierto que los médicos recomiendan realizar ejercicios como nadar o correr y evitar malas posturas que supongan molestias en la espalda
En conclusión, el objetivo no es tanto prevenirla como detectarla a una edad temprana para que pueda ser tratada. Así que es recomendable que visitemos al traumatólogo si nunca lo hemos hecho y llevar a los niños antes de los 8 años para que, en caso de que tengan escoliosis, se pueda evitar que empeore. Por ello, es cada vez más común que en los colegios se realicen pruebas para detectarla en edades tempranas.
Foto: Prevención Fremap / Flickr (CC BY-SA 2.0)
Tratamientos que se pueden aplicar
La rama de la traumatología sigue investigando este campo a día de hoy, ya que es una anomalía que está rodeada de incógnitas y que afecta a un número grande de personas. De momento, el tratamiento que se lleva a cabo depende de cada caso particular. No obstante, todas las personas con escoliosis deben seguir un control visitando a su médico cada 6 meses.
En el caso de que la desviación de la columna sea más pronunciada de lo común y el paciente esté en etapa de crecimiento, se le recomienda la utilización de un corsé ortopédico. Con ello se evitará que aumente dicha desviación.
Si la curvatura de la columna vertebral es severa y sigue aumentando, se recurre a la cirugía. En la operación se puede realizar la fusión de dos o más huesos o la implantación de una placa de metal u otro aparato que ayude a corregir la anomalía.
Todos estos procesos aseguran al niño un desarrollo normal, y en muy pocas ocasiones la escoliosis debería ser un problema grave si se trata de manera adecuada. Así que es fundamental detectarla pronto para que no suponga ningún obstáculo en la vida de nuestros hijos y puedan realizar ejercicio sin ningún tipo de inconvenientes con su columna vertebral.
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Fuente: Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel