El insomnio es un trastorno del sueño que se consiste en la dificultad para conciliar el sueño, dormir mal durante la noche con varios despertares, acortamiento de la modorra por despertar precoz antes de la hora o una dormida muy ligera o de muy mala calidad.
En España en el momento actual padecen insomnio la mitad de los españoles, siendo más frecuente en ancianos, mujeres y enfermos. Este problema se provoca por varias causas como estrés excesivo, crisis de ansiedad, depresiones, consumo de algunos medicamentos, consumo de excitantes, hábitos irregulares de sueño, hábitos irregulares de sueño, exceso de dolor en algunas enfermedades orgánicas y tras intervenciones quirúrgicas.
El estrés en el trabajo es uno de los factores de riesgo que provoca estrés transitorio con una duración inferior a 3 semanas o insomnio crónico en el cual la persona sufre una situación de hiperalerta que dificulta su sueño.
Se conocen 3 tipos de insomnio:
Insomnio de conciliación en el cual los pacientes tienen dificultades para conciliar el sueño, la mayoría son pacientes con problemas de ansiedad, estrés y con enfermedades orgánicas.
Insomnio de mantenimiento en el que los sujetos presentan problemas para mantener el sueño porque aparecen interrupciones y periodos de vigilia del mismo durante el sueño.
Despertar precoz de las personas que se produce 2 horas antes de lo habitual.
Las consecuencias del insomnio para la salud son nefastas porque provocan:
Enfermedades cardiovasculares porque aumentan los niveles de las hormonas relacionadas con el estrés y la hipertensión arterial y son factores de riesgo para la cardiopatía coronaria y el infarto.
Fatiga mental y falta de regeneración de las neuronas cerebrales que provocan estrés, ansiedad, mala concentración, falta de memoria, se disminuye la capacidad para aprender,etc.
Fatiga visual con visión borrosa porque los ojos no descansan.
Se altera el metabolismo corporal y predispone a la obesidad y a la diabetes,
Se disminuye la secreción de melatonina que es anticancerígena.
Las claves para dormir bien son:
Intenta que tus horarios de sueño y vigilia sean regulares y si duermes una siesta intenta que no supere la media hora.
Crea un ambiente agradable para dormir evitando los ruidos y manteniendo la habitación bien ventilada y poniendo velas aromáticas para darle un ambiente más agradable.
Come mejor y cena bien al menos dos horas antes de ir a acostarse. Se debe aumentar la ingesta de frutas y verduras y evitar la cantidad de alimentos ricos en grasas saturadas o las bebidas con propiedades excitantes.
Practica ejercicio físico durante el día porque se liberan endorfinas que relajan y ayudan a conciliar el sueño, pero se aconseja no practicarlo antes de acostarse porque aumenta la temperatura corporal y dificulta la conciliación del sueño. Para relajarse puedes colocar un cojin entre tus piernas si duermes de rodilla o entre tu espalda si duermes de lado.
Habitación oscura y silenciosa y cama con un colchón confortable y adecuado a las necesidades de nuestro cuerpo, las personas con problemas de espalda es mejor que duerman en un colchón viscoelástico o de latex. Para aliviar el exceso de calor en la cara es necesario evitar el contacto con toallas húmedas.
El truco del cojin porque en ocasiones nuestra espalda nos da la lata y tenemos molestias que aunque sean leves pueden interferir en las etapas del sueño reparador. Esto ayuda a alinear tus caderas y reducir el estrés de la zona baja de tu espalda.
Evitar las luces, teléfonos, despertadores, ordenadores y tablets durante el sueño porque dificultan su conciliación y no dormir con los animales sobre la cama.
Evitar las situaciones tensas y problemáticas antes de acostarse como las discusiones con la pareja.
Relajarse antes de acostarse con técnicas de relajación profunda y respiración profunda, música agradable y lectura.
Ducharse o bañarse con agua templada y caliente antes de acostarse, el agua es un potente relajante.
Tomar infusiones relajantes como tila, valeriana antes de acostarse.
Cuidado con algunos fármacos que provocan insomnio, consultar con el médico los efectos secundarios de estos fármacos.
Cuidado con algunas enfermedades que provocan malestar e insomnio.
Como conclusión puedo afirmar que el estrés y el insomnio son compañeros inseparables porque el estrés provoca dificultad para conciliar el sueño y desencadena insomnio y el insomnio provoca estrés.
Bibliografía:
Alimenta tu bienestar: https://www.alimentatubienestar.es/combatir-el-insomnio/
Consejos para dormir mejor web consultas: https://www.webconsultas.com/belleza-y-bienestar/habitos-saludables/como-podemos-mejorar-nuestro-descanso-7137
Insomnio y estrés compañeros inseparables: http://www.cuidateplus.com/enfermedades/2001/10/21/insomnio-estres-companeros-inseparables-8525.html
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