Lo cierto es que echar una pequeña cabezada después de comer puede ser bueno o malo, todo depende de cómo lo hagamos. No es lo mismo echarse una siesta de 20 minutos que echarse una de 2 horas. Tampoco es lo mismo echarse la siesta tras una comilona o hacerlo después de haber comido ligero.
¿A quién no le ha pasado que después de comer le entra “modorra”, se echa una siesta y dos horas después se despierta “echo unos zorros”?
Pero si lo hacemos bien la siesta puede tener un montón de beneficios. Así que para que tomemos una decisión consciente hoy voy a analizar los beneficios y los inconvenientes de dormir la siesta.
Beneficios de dormir la siesta.
Te ayuda a relajarte y mantiene el cortisol bajo control. Aquí te hablo más sobre el cortisol, la hormona del estrés.
Reducción de la fatiga.
Mejora el estado de ánimo y la sensación de bienestar.
Incrementa el rendimiento y la concentración. Aunque lamentablemente este efecto positivo se va perdiendo a medida que cumplimos años.
Aumenta la vitalidad.
Mejora la memoria. Durante el sueño, los recuerdos recientes se transfieren al neocórtex, donde los recuerdos a largo plazo se solidifican y se almacenan. Así que si tienes que retener datos una siesta te puede ayudar.
Inconvenientes de dormir la siesta.
Te puedes despertar aturdido o desorientado.
Si nos pasamos de tiempo y entramos en la fase de sueño profundo nos costará volver a ponernos en funcionamiento y nos sentiremos cansados.
Si tienes problemas de sueño la siesta puede hacer que por la noche te cueste más conciliar el sueño.
Las personas con hipertensión tienen que tener cuidado con la siesta. La tensión disminuye con el descanso pero aumenta tras él, así que mejor controlarla.
En ocasiones provoca dolor de cabeza.
Está contraindicada en personas con Enfermedad Obstructiva Crónica (EPOC).
Recomendaciones para que nuestra siesta sea saludable.
La siesta si es breve mejor. A partir de los 10 minutos la siesta ya tiene efectos positivos sobre el rendimiento y lo ideal es que no supere los 30 minutos.
Evita las comidas copiosas y el alcohol.
Duerme a oscuras. Aunque sólo te acuestes unos minutos mejor hacerlo a oscuras.
Si la climatología lo permite duerme con la ventana abierta para favorecer la oxigenación.
¿Dormir la siesta engorda o adelgaza?
Seguro que más de una vez has oído las dos cosas, pero ¿la siesta engorda o adelgaza?
Pues oigas lo que oigas no hagas ni caso porque la siesta ni engorda ni adelgazar.
Aunque no dormir lo suficiente por la noche nos hace engordar con la siesta no ocurre lo mismo. Aunque mientras dormimos liberamos leptina, una hormona encargada de transmitir la sensación de saciedad la siesta es demasiado corta como para que pueda interferir en los procesos metabólicos.
Mi conclusión.
Lo importante es que te sientas bien, y si tu cuerpo te pide una siesta… dale el gusto. Pero si después de comer no te entra el típico adormecimiento tampoco es necesario que te le eches. En la mayoría de los casos nuestro propio cuerpo nos avisa de lo que necesita, simplemente tenemos que escucharnos un poco mas
¿Y tú te echas la siesta?. A mi mis 15 minutos me sientan de maravilla.
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