Un reciente estudio de la Universidad de Berkeley indica que una hora de siesta puede hacer a las personas más inteligentes, puesto que despeja la mente y facilita los procesos de aprendizaje.
El sueño permite almacenar los recuerdos y dejar espacio libre para nuevas experiencias. Así pues, mantenerse una noche entera en vela reduce un 40% la agilidad mental. Al mismo tiempo, el organismo descansa y recupera energías.
Sin embargo, muchas personas no pueden echarse una cabezadita por motivos laborales. También, hay mucha gente que le sienta muy mal la siesta, y se levantan de muy mal humor.
¿Os da tiempo a echaros una pequeña siesta? ¿Notáis algún beneficio?