¿De que manera la industria alimentaria promueve todo ello?
¿Cómo puedo salir de este círculo vicioso y recuperar mi poder de decidir lo que realmente quiero comer y beber?
La comida con mucho azúcar, grasa o sal nos provoca ansia por comer
David Kessler, excomisionado de la administracion de alimentos de EEUU, en su libro “The end of overeating. Taking control of the insatiable american apetite” (El final de comer en exceso. Tomando el control del insaciable apetito americano), hace constar como los alimentos de elevado contenido en grasas, sal, y azúcar estimulan a nivel cerebral la producción de dopamina (un neurotransmisor considerado como el centro del placer y que ayuda a regular la motivación, el deseo o ansia y hace que repitamos conductas). La segregación de dopamina está asociada a una sensación de placer y es por eso que comida con mucho azúcar, sal o grasa nos provoca ansiar ese tipo de comida basura.
El consumo excesivo de azúcar, grasa y sal, hace que segreguemos dopamina que nos hace condicionarnos a comer más de este tipo de alimentos.
Si te fijas en los envases de comida preparada, o algunos establecimientos de comida rápida siempre suele aparecer entre los ingredientes esta triada o alguna combinación: grasas, sal y azúcar.
Afortunadamente, también hay alternativas beneficiosas para generar dopamina sin tener que ingerir comida basura: hacer deporte, la meditación, el yoga, el mindfulness, descansar y dormir de manera suficiente y adecuada, y disminuir el estrés y la ansiedad.
La publicidad está diseñada a que consumas y comas más
Por otro lado la publicidad está enfocada, más que en cuidar de nuestra salud, está dirigida a que consumamos cada vez más a pesar de que engordemos y nos hartemos de comida. Invitad@s por chic@s de vientre plano bebiendo cervezas y comiendo pizzas, helados, bombones, nos vemos dirigidos a comer en el coche, delante del ordenador, por la calle, comemos no sabemos bien bien por qué, pero ante cualquier pequeño evento desagradable o que nos incomoda tragamos (o realizamos algún otro acto evitador de la realidad) para no ver, ni sentir. Tragamos basura envuelta en papel de regalo. Y si querías perder unos kilos, o tener un vientre plano, olvídate.
Evidentemente comer, que comer y cuando hacerlo es una decisión personal pero el bombardeo publicitario y la manera que la ingeniería alimentaria hace que no podamos parar de comer lo hace todo un poquitín más complicado.
¿Cómo salir de este círculo?
Veo a much@s de mis clientas que se esfuerzan un montón y están hartas y frustradas de hacer dietas. Ahora tenemos la opción de cambiar hábitos, y para ello es necesario detenernos, detenernos y ver que es lo que me lleva a comer de manera desordenada y compulsiva. Cuando nos paramos y nos situamos en el presente aparece la calma, en esa calma DECIDIR que acción realizar posibilita el escoger el camino que realmente queremos escoger, y disfrutar de los resultados.
Comer con consciencia o comer como un inconsciente
Darse cuenta del circo de la publicidad y de que tipo de alimentos provocan compulsión y sus efectos en nuestra salud ayuda a romper justamente estos patrones de conducta. Uno se siente un poco idiota potenciando empresas de comida a las que no les interese que esté saludable, y que solo quieren que consuma y eso implica comer descontroladamente o también podríamos llamarlo inconscientemente. Cuando tomamos consciencia, cuando nos damos cuenta recuperamos las riendas de nuestra Vida. Volvemos a recuperar el mando.
La práctica de la atención plena, o mindfulness, nos ayuda a ese detenernos en esos momentos en que nos desbocamos y nos facilita el desconectar el piloto automático. Además la práctica del mindfulness según estudios científicos aumenta la liberación de dopamina. Es decir obtienes tu sensación placentera sin castigar al cuerpo.
Alternativas alimentarias saludables
Ahora no se trata de dejar de comer cosas dulces, saladas o con grasas. Se trata de escoger lo que más nos conviene, por ejemplo:
Hidratos de Carbono con sabor dulce como por ejemplo boniatos, calabaza, zanahorias,…
Grasas saludables, como el aguacate, aceites no refinados como por ejemplo el de oliva, frutos secos,…
Condimentar de manera atractiva nuestros platos con toques de sal marina, especias, plantas aromáticas, gomasio, tamari, experimentar con diferentes aliños para nuestros platos de verduras y ensaladas.
Concluyendo, las alternativas incluyen aumentar la consciencia en tu vida, eso quiere decir estar más presente, también incluye disfrutar de comida placentera y saludable y por último y no menos importante afrontar situaciones desagradables e incómodas sin comer.
A veces los cambios parecen un mundo, y es por eso que contar con la ayuda de un@ facilitador@ en este tipo de procesos, que te ayude a marcar un plan de acción coherente en el que pasito a pasito, vayas llegando a tu meta aprendiendo y disfrutando del proceso. Si deseas saber como puedo ayudarte contacta conmigo y te informo sin compromiso.
Fuentes:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3044190/
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/04/26/AR2009042602711.html