¿Acabas de comer y notas que te falta algo? ¿Algo dulce con que sentir que no te falta nada?
De hecho acabar la comida con algo dulce no es ni bueno ni malo, pero a largo plazo y dependiendo de la cantidad que comas ya sabes que tiene consecuencias.
Las causas del ansia por el dulce pueden ser varias:
Has generado un hábito y te has acostumbrado a acabar tus comidas con un postre.
Evitas implacablemente el dulce para no engordar.
Si además cuando empiezas a comer esa porción de dulce luego ya no puedes parar estaríamos hablando de hambre emocional, de alimentar a tu cuerpo a base de dulce cuando lo que realmente necesitas no es comida. Cuando lo que realmente necesitas muchas veces ni sabes lo que es porque no te paras un momento a escucharte, a escuchar ese deseo vehemente e intenso que te lanza tu alma ¿Y si no sabes lo que necesitas como vas a poder cerrar el círculo?
Parte del proceso que hago con mis client@s incide en alguna de estas 3 variantes. Aquí puedes consultar mis próximos talleres y conferencias donde trabajaremos estos temas.
Como evitar el ansía por lo dulce sin sensación de restricción
A veces el querer perder peso a toda costa nos hace eliminar todos los alimentos dulces de nuestra dieta, eso puede generar carencias y ansía por lo dulce. El prohibirnos alimentos nos lleva a crear una fuerte atracción hacia ellos.
“No hay nada más irresistible que una prohibición por transgredir” Oscar Wilde
Tarta de chocolate crudivegana sin harina ni gluten
Come dulce de manera saludable para equilibrarte
El sabor dulce según la medicina tradicional china (MTC), ayuda a tonificar el estómago, el bazo y el páncreas. Una insuficiencia de energía en el bazo según la MTC puede dar los siguientes síntomas:
Distensión abdominal después de comer
Fatiga
Debilidad muscular
Manos y pies frios
Retención de líquidos
Si hay esta disfunción (hay que consultar un buen acupuntor o especialista en MTC para conseguir un diagnóstico acertado) es importante consumir sopas y cremas de verduras. Alimentos dulces, tibios y ligeramente picantes como cebolla, canela, ajo, hinojo, jengibre seco, puerro. Es recomendable también evitar crudos como ensaladas y comer en exceso.
Podemos encontrar el sabor dulce de manera saludable en hortalizas verduras de raíz y redondas que podemos cocinar al vapor, salteadas, al horno, a la plancha, agregándolas a una sopa o a una crema. Los cereales, las frutas frescas y las desecadas también aportan sabor dulce.
Dentro de las hortalizas de raíz y tubérculos encontramos patatas, boniatos, zanahoria, daikon, chirivía,… y como ejemplo de hortalizas de raíz redonda encontramos los rábanos, las cebollas, los nabos, y las remolachas. Va bien incluir una pequeña porción en las comidas, sobretodo si hemos disminuido drásticamente los hidratos de carbono refinados. Para un consumo cotidiano se recomienda sobretodo las zanahorias, el daikon, la chirivía, el nabo, los rábanos, la remolacha, los salsifis, y aunque no es de raíz la calabaza, que cocinada también nos proporciona ese toque dulce que ayuda a equilibrar el bazo y a disminuir el ansia por lo dulce, y sobretodo por dulces que nos desequilibran como bollería, pasteles, pasta, pizza, pan blanco,… y que además generan adicción.
Para equilibrar tu menú potenciando ese sabor dulce puedes agregar unas pasas a un estofado o una ensalada, o un poco de zanahoria, calabaza, daikon o chirivía, las cuales es importante que estén cocinadas para alcanzar nuestro propósito.
Tostadas de boniato
Come dulce con todos tus sentidos, come dulce con consciencia
Otra manera es consolidar el hábito de comer con consciencia al estilo mindful eating para notar aún más los sabores, los olores, las diversas texturas. Comer con consciencia también ayuda a comer más despacio y sin excedernos, a apreciar más la comida, a sentirnos más satisfechos y a asimilar mejor los alimentos.