Las pequeñas cosas de la vida.
Para sentirse feliz es importante saber disfrutar de la pequeñas cosas de la vida.
A menudo las personas buscan en los grandes placeres, las posesiones, el dinero, el éxito en los negocios o personales la felicidad. Y aunque esos logros pueden ser gratificantes, no necesariamente nos aportan esa felicidad interior que tanto ansía el ser humano.
Si observamos ejemplos de personas populares que alcanzaron la fama, el éxito, dinero y reconocimiento de todo el mundo pero que en cambio terminaron de una forma triste, solitaria, y prematura nos daremos cuenta de que todos esos logros no llegaron a hacerles sentir plenamente felices. Personajes como Elvis, Marilyn Monroe, Michael Jackson, David Carradine o el recientemente fallecido Robin Williams nos dan la voz de alarma de que necesitamos “algo mas”.¿Pero donde está eso que tanto buscamos?
Para responder a esta pregunta es necesario hacer un buen trabajo de autoconocimiento, de introspección hacia el interior de nuestra humanidad.
Lo normal es que vayamos por la vida en “piloto automático” que no nos paremos para observarnos, para escucharnos y encontrarnos con ese ser interno que nos está hablando pero que no atendemos. Tal vez nos da miedo tomar conciencia de nuestro camino en la vida, tal vez sabemos que hay cosas que nos duelen, preocupan o perturban pero preferimos ir con esa “música de fondo” de la prisa, del consumismo, de las ganas de llegar mas lejos, de anticiparnos a la siguiente estación sin haber llegado a la que vamos, de enrolarnos en relaciones que no nos hacen felices pero que de pronto nos aportan una emoción fuerte aunque pasajera…y así se nos pasa la vida y por mas que intentamos llenarnos, finalmente nos sentimos vacíos.
Y hasta nos creemos que la vida es así. Como si alguien o algo hubiera diseñado esto que llamamos VIDA. Y lo asumimos así porque nos parece que todo el mundo está en el mismo barco, por que vemos que se comportan parecido y que no hacen nada por cambiarla y una vez mas, como el ratón, volvemos a la rueda y a dar vueltas y mas vueltas a lo mismo, sin llegar a ningún lugar donde descansar y estar en paz.
Pues bien, ¿y si descubrieras que ese lugar está dentro de ti? es más, siempre lo ha estado, pero pasabas de largo sin darte cuenta.
Cuantas veces nos pasa que en nuestra vida diaria vamos siempre por el mismo sitio al trabajo o a otro lugar y como ese camino lo hacemos a diario ni nos damos cuenta de que algo cambió; una tienda que cerró, una pared que pintaron o esas flores en el balcón que regalan sus colores.
Pues igual pasamos por nuestra vida y nuestro ser interior sin apreciar que está ahí, esperando ser atendido. Tan solo quiere que lo escuches, sin juicio, que lo atiendas con bondad y compasión y lo des aquello que necesita, atención, cariño y cuidado.
Todas esas personas populares o no pero que a pesar de todo ese éxito logrado no alcanzaron la felicidad sólo necesitaban prestarse atención a su interior en lugar de alimentar a un ego que no cesaba de crecer y de pedir cada día más. Un ego insaciable que al tener miedo de su extinción o disolución, o sea, de morir, para sentirse mas perpetuo e inmortal sólo pedía llenarse de cosas materiales, y placeres pasajeros…paradójicamente, ese ego con ese tremendo miedo a morir que solo pedía disfrute y gozo, por ese exceso de sensaciones y abusos acababa conduciendo a un final prematuro pues el cuerpo no soporta ese ritmo frenético.
Esto nos puede suceder a todos, no es necesario que seamos millonarios, o personas de grandes éxitos para vernos conducidos a una búsqueda interminable de algo que frene esa necesidad de llenarnos. De hecho, todos buscamos eso, salvo que algunas personas son capaces de encontrar esas pequeñas cosas de la vida y disfrutar con ellas.
Te puede parecer simple, y quizá hasta infantil apreciar esas cosas tan sutiles que nos rodean y que te pueden cambiar la visión de tu vida.
Disfrutar de las pequeñas cosas de la vida no tiene nada de pequeño, ni de simple, pues cuando tomes conciencia plena de todo eso que ERES y sientes descubrirás que no se trata de TENER sino de SER.
Estoy oyendo esas voces que dicen “el dinero es necesario para vivir, para poder dar un futuro a mis hijos”, si, es cierto, no te digo aquí que el dinero o las posesiones, como una casa o un coche te hagan infeliz o sean algo sucio y que lo mejor sea no tener nada material. No hay que confundir lo que necesitamos para vivir, para desarrollarnos como personas, para poder aportar algo bueno a la sociedad, ya sea a través nuestro o de nuestra descendencia con llenarse de “objetos” para conseguir la felicidad a través de ellos.
Precisamente creo que una persona plenamente desarrollada y con una buena economía aportará siempre cosas positivas a la sociedad, creando riqueza, aportando conocimiento o ayudando a otros a lograrlo, y eso se consigue fundamentalmente con el necesario dinero o bienes materiales que transforman esa intención positiva en un fruto aprovechable.
Pero volviendo al eje del tema que hoy tratamos ¿como hacer para disfrutar de las pequeñas cosas?
Lo primero será no sentirte que estás en el universo, sino sentirte parte de él. La sensación de separación de nuevo es obra del ego, el no quiere que te sientas parte integral de un todo, sino parte separada del resto, desconectada y diferente. No temas a perder tu identidad. Si ERES no la vas a perder, pero si te das cuenta de que formas parte de la vida, de un cosmos eterno e infinito no vas a sentir esa separación del resto y gozarás de cada pequeña cosa que aparezca en tu vida.
¿Como conseguirlo? La meditación, la práctica de atención plena o Mindfulness como te mostramos aquí en reducir estrés son la puerta hacia ese mundo interior que te desvelará todos esos tesoros que están dentro de ti, que siempre han estado contigo formando parte de ese todo que es el universo.
Te animo a practicarlo, a sentarte contigo mismo/a a escucharte y atenderte, sin miedos y sin juicios, sino con una actitud amable y abierta dispuesta a observar tus pensamientos, ese río incesante que, una vez aprendas a observar de forma desapegada, sin dejarte llevar por ellos te traerán una calma interior como jamás sentiste antes.
La práctica de la plena consciencia no solo en el momento de la meditación sino en tu vida diaria te ayudarán a descubrir esas pequeñas cosas que antes pasaban delante de ti sin darte cuenta. Entrégate al presente, es lo único que tienes, es ese momento mágico donde sucede todo y es el momento donde puedes sentirte bien, no mañana ni ayer, solo puedes encontrar tu paz interior AHORA, no dejes que el ruido exterior te impida vivir este momento, es solo tuyo y para siempre y cuando te sitúes en el instante presente entrarás en un espacio intemporal en el que habrás conectado con todo el universo.
Recuerda, el universo que ves fuera a la vez está dentro de ti. Y lo que esta dentro se refleja fuera. No estás separado, formas parte del todo.
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