Me cuesta la vida.
Así os lo digo. Para lo que sea, a quien sea, cuando sea. Y me he visto muchas veces, en situaciones un poco difíciles, o que no me eran muy agradabes, por no decirlo.
imagen de French by Design
"sólo diciendo no te puedes concentrar en las cosas realmente importantes"
Pero ya me pasa un poco menos...bueno, al menos lo intento. Intento ser un poco egoísta, y pensar en mí, en lo que me conviene, me hace sentir bien y me hace feliz. Es decir, si alguien me propone algo, ya no acepto automáticamente como antes, lo sopeso, les pido tiempo para pensar.
Y lo mismo, por ejemplo, para responder al teléfono o mails o lo que sea. Si no me apetece coger el teléfono, o no puedo, no lo cojo, no lo fuerzo, eso sí, estando segura de que no es nada súper urgente o importante, o que implique que alguien tenga un problema, no vayáis a pensar que soy una pasota de la vida. Lo mismo para el "whatsapp" ese gran ladrón de tiempo, porque sí amigos, a veces las redes sociales, son pozos que se llevan muchos de nuestros minutos al día, y nos quitan tiempo de hacer un montón de cosas, pero éso es otro tema, que a lo mejor también merece un post no?
Con los correos electrónicos, igual, además, si te mandan un correo electrónico, implica que la cosa no es tan urgente, sino te llamarían por teléfono. Me tomo mi tiempo para repasar los correos, y si hay algo que requiere de respuesta, lo estudio, y lo sopeso.
El problema es el cambio de actitud. La gente está acostumbrada a que digas que sí, a que seas fácil, y cuando dices "no", o "lo tengo que pensar", te miran raro, te responden raro...y nos tiene que dar igual. Aunque cueste, aunque estemos tentados de decir el socorrido "bueno, vale, acepto" o "bueno, vale, te lo hago como un favor, por ser tú" .
No.
NO, y no, así no es como se tiene que ser asertivo.
Aunque a mí me queda mucho por trabajarme todo ésto, al menos he tomado conciencia de su importancia, y de que la gente se aprovecha mucho, sobre todo en el terreno laboral.
Pero os digo, que sí que he experimentado el placer de decir que "no", para centrarme en otras cosas o en otras personas que yo considero importantes o beneficiosas para mí, he dicho que "no" incluso a propuestas de trabajo apetitosas, porque no quiero perder de nuevo la calma que parece que voy encontrando ¿de qué me serviría tener un trabajo muy guay, si iba a ser de nuevo una desquiciada de la vida que no disfruta de su tiempo de vida?, ¿de qué me serviría ganar mucho dinero, si no tengo tiempo de gastarlo en cosas que me gusten o en viajes o en mi bienestar?
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Así que, desde este pequeño rincón, os propongo decir más veces y más a menudo "NO" en pro, de vuestra tranquilidad, de vuestro tiempo, y de vuestra cabecita. Hay que saber priorizar, darse importancia a uno mismo, a las personas que realmente son importantes en nuestra vida, a las cosas que nos hacen vibrar y nos hacen cosquillitas en la tripa, cuando pensamos en hacerlas.
Ése podría ser un buen parámetro para aceptar proposiciones verdad?. Lo importante, es irse conociendo, y establecer prioridades, para tener unos parámetros a la hora de aceptar o no proposiciones.
imagen de thewonderforest.com
"es fácil decir no, cuando tus prioridades están en orden"
Y vosotros, ¿decís que no alguna vez?, ¿a qué os cuesta decir que no?, ¿cuándo creéis que es indispensable decirlo para autoprotegernos del abuso ajeno?; desde luego, este post podría ser infinito, si nos ponemos a analizar este tema, pero quería hacerlo así, pequeñito, a modo, de reflexión para acabar la semana ;) y espero haceros pensar un poquito.
Mil besos y feliz finde.
Mónica t.
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