Nada de esto es lo más recomendable y para que una dieta te satisfaga totalmente debes cumplir con unos requisitos esenciales:
Lo primero es acudir a un médico especialista, o nutricionista. Este te indicará la dieta correspondiente acorde a las necesidades detectadas. Bajo ninguna circunstancia debes iniciar un proceso de adelgazamiento, o aumento de masa muscular sin la supervisión un especialista, pues los resultados pueden traer como consecuencia, todo lo contrario a lo que estás buscando.
Uno de los errores es suprimir por completo ciertas comidas. El aceite, preferiblemente de oliva, debe estar presente en la dieta pues nos ayuda a evitar el envejecimiento. Eliminar alimentos de forma azarosa puede restar nutrientes importantes al organismo.
Los azúcares deben sustituirse por sacarinas y de igual forma, no debe darse un uso excesivo de estas. Lo mismo pasa con la sal; debe evitarse su uso en grandes cantidades, pues perjudica cualquier régimen alimenticio y puede traer enfermedades cardiovasculares como la hipertensión.
Una buena dieta provee alto contenido de calcio a través del consumo de yogurt y queso desnatado. Es sumamente importante mantener los huesos en óptimas condiciones y mucho más, si decides adentrarte en rutinas de ejercicios que se adapten a tus necesidades.
Se deben combinar los distintos grupos alimenticios en igual cantidad, sin eliminar nutrientes, pero sí disminuyendo las grasas trans, o grasas malignas. En todo caso se deben comer las cantidades adecuadas, en los horarios adecuados y sin saltarse ninguna comida. Recuerda que el organismo, incluso aunque no te alerte de que tiene apetito, requiere de energía en los horarios estipulados. Esto quiere decir que no puedes desayunar a las 11:00a.m, almorzar a las 5:00p.m. y cenar –si es que cenas- a las 10:00p.m. Esto causará un desequilibrio grave en el organismo.
La ingesta de verduras debe ser considerable para aportar los minerales y vitaminas necesarias para el organismo. Frutas y vegetales crudos también deben estar incluidos en la dieta, por lo menos una porción diaria, principalmente a la hora del almuerzo y la cena.
Beber mucha agua, por lo menos litro y medio al día bajo cualquier forma: té, caldos de verduras, jugos, sopas, pero bajo ninguna circunstancia en versiones de refrescos, maltas, licor, gaseosas light, o cualquier otro líquido que no tenga los nutrientes adecuados.
Las dietas deben garantizar una pérdida de peso de forma paulatina y moderada. Perder muchos kilos en poco tiempo puede generar un efecto rebote que te llevará a recuperar el doble de lo perdido.
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Adelgazar por estética no debe ser el fin primario, sino hacerlo por salud. Así evitarás que sea un proceso estresante y por lo contrario, se te hará más llevadero.
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