Lavar bien cada alimento
Antes de cocinar y comer un alimento, es preciso lavarlo bien. Pues algunos de ellos pueden llevar algunos contaminantes, por lo que es una de las acciones esenciales.
Lavarnos las manos
Una de las principales prevenciones para una correcta seguridad alimentaria es lavarse bien las manos con agua y jabón, antes de manipular y tocar los alimentos. Y no sólo ello, pues también deben estar limpios y lavados los utensilios que vamos a utilizar, así como el mueble de la cocina en el que situaremos los alimentos previamente.
La limpieza de la nevera
Muchas veces nos olvidamos de aquellos recipientes y lugares para conservar los alimentos, como el frigorífico, que también deben estar a punto. Por lo que aconsejamos una limpieza de la nevera, especialmente en aquellos lugares donde se sitúan las frutas y las verduras. Haz una limpieza también de aquellos alimentos que puedes calcular que ya no se van a comer, están caducados o presentan un estado algo pobre. Es mejor retirarlos.
Congelado
Es indispensable que determinados alimentos que son de uso del congelador vayan a su lugar indicado. Y cuando prevemos que no comeremos un alimento en un tiempo, lo podamos congelar sin problema para asegurar su mantenimiento y vida sin mermar sus propiedades.
Las temperaturas en la cocina
A la hora de cocinar, no todo vale. Pues habrá alimentos que necesitarán de más o menos cocción y temperatura adecuada. Es especialmente sensible el conocimiento de las temperaturas de ciertas carnes, como la de vaca y la ternera.
Separación de alimentos crudos y cocinados
Es algo bastante evidente, pero todavía hay personas que no saben sobre esta prevención. Para separar bien los alimentos basta hacerlo con táperes o envases especiales para que no se mezclen unos alimentos con otros. También se aconseja no utilizar los mismos utensilios para manipular alimentos crudos y para alimentos ya cocinados.
Alimentos seguros
Con el fin de prevenir enfermedades, compre y coma alimentos seguros, es decir aquellos que ya no estén caducados, los que sean frescos y de calidad, no consumir leche no procesada, y obtener información de cada uno de los productos que se compran, con etiquetado completo de origen.