Cómo evitar estresarte en Navidad
Sobre todo si eres anfitrión, las Navidades pueden ser una época del año muy apabullante para ti. La gran cantidad de preparativos que tendrás que llevar a cabo puede hacer tus días interminables y tus noches inquietas, repasándolo todo para que no falle ni el más mínimo detalle.
Pero es que si no eres anfitrión, el estrés añadido también es muy considerable. No hay que olvidar que hay que comprar regalos a los familiares, ayudar y aportar algo para las reuniones con la familia, cuadrar la agenda para poder ver también a los amigos y a los compañeros de trabajo, buscar niñera si tienes hijos y estos tienen vacaciones…
Durante un periodo muy corto de tiempo la administración de todo eso es un completo caos lleno de imprevistos y de planes de última hora. Por ello, es normal que esas fiestas te traigan de cabeza.
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Debes aprender a gestionar toda esta presión, ya que, de lo contrario, no disfrutarás de este momento tan familiar y lleno de alegría. Así pues, vamos a ver algunos consejos que seguramente te vendrán de perlas para solucionar tu nerviosismo y tu ansiedad.
Comparte y reparte
En muchas ocasiones, queremos hacernos cargo de todo nosotros mismos. No debes caer en este error. Si hay muchos preparativos en navidades, reparte las tareas y libérate de carga. Tienes que aprender a delegar y a confiar en quienes te rodean, ya que ellos también serán capaces de hacer las cosas bien.
Compréndete y respétate
En estas fechas, sobre todo, puede que te estés exigiendo demasiado a ti mismo. Tienes que olvidar esas expectativas y relajarte. Párate a pensar y comprender qué te pasa y qué es lo que necesitas.
Si necesitas un descanso, no pasa absolutamente nada. Tienes que ponerte por delante de todo y no sobrecargarte, ya que eso solo te llevará a sentirte mal durante las celebraciones.
Procura que tus objetivos sean modestos
Es decir, abandona la idea de que todo tiene que estar perfecto, impecable e impoluto. Los momentos felices no los construye la perfección, sino la comprensión y la complicidad.
Si no consigues tener la casa completamente ordenada y perfecta cuando lleguen tus invitados, tampoco pasa nada. Ellos lo entenderán porque te quieren y te valoran por lo que eres y no por el estado de tu casa. De igual forma ocurre con las comidas de Navidad. Si hay cualquier fallo, seguro que las risas, y no el reproche, serán lo que cope la reunión. Los momentos que vivas con tus seres queridos en estas fechas son lo que verdaderamente importa.
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Valórate
Si no te cuidas a ti mismo, ¿cómo pretendes cuidar a los demás? Mímate un poco, date tiempo para relajarte, arreglarte y verte bien ante el espejo. Date algún capricho mientras haces las compras y mandados propios de estas fechas y disfruta, porque cada Navidad es diferente y conviene disfrutarlas todas, vengan como vengan.
Di “no” si es lo que necesitas
Si llegas a un punto en el que te sientes superado, di “no” a aquello que necesites. Es decir, si tienes que negarte a ayudar a preparar alguna reunión, no te preocupes y hazlo. Nadie puede ni debe reprocharte nada.
De igual forma, si en Navidad tienes tu agenda llena y has de rechazar algún plan, no debes sentirte apurado por ello. Es normal que tengas ocupaciones y obligaciones que te impidan estar presente en todo. Lo principal es que cuando estés presente, lo estés de verdad, disfrutando del momento y no pensando en lo agobiado que estás.
Practica la meditación
Lo primero que debes saber es que la meditación es una actividad intelectual. A través de su práctica, lo que se busca conseguir es un estado de atención que se centra en un pensamiento o sentimiento concreto. Este estado al que te enfocarás mientras la practiques intentará liberar tu mente de los pensamientos negativos que contribuyen a que te sientas estresado.
Concretamente, queremos hablarte del mindfulness, una técnica de meditación que se basa en el concepto de atención plena. La práctica de esta técnica está integrándose en la medicina y la psicología occidentales debido a que ha sido reconocida como una forma muy efectiva de reducir el estrés, aumentar la autoconciencia, reducir los síntomas físicos y psicológicos del estrés y mejorar el bienestar general.
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Por ello, de cara al control del estrés en una época complicada como Navidad, puede serte muy útil. De hecho, seguro que sigues practicándolo después de estas fechas al ver los resultados tan positivos que tiene.
En pocas palabras, este ejercicio de meditación se basa en poner toda tu atención en la experiencia que estás viviendo en el presente. Es decir, se trata de que, de forma consciente, comiences a analizar tu situación actual mediante el interés, la curiosidad y la aceptación de lo que estás sintiendo.
Este tipo de introspección te permitirá relacionarte directamente con la fuente de preocupación que te provoca el estrés. Te ayudará a ser más consciente de tu realidad y podrás trabajar de forma más efectiva para solucionar cualquier problema que te esté afectando. De esta manera podrás recuperar tu equilibrio interno.
¿Cómo practicar mindfulness?
Cabe destacar que lo ideal, cuando te inicies, es que comiences practicándolo durante diez minutos y vayas incrementando poco a poco el tiempo conforme te adaptes a hacerlo. Meditar no es fácil y requiere de práctica, por este motivo lo mejor es empezar poco a poco e ir avanzando en los estados mentales.
Tras algunos meses de práctica ya podrás practicar el mindfulness en cualquier lugar.
En definitiva, lo más importante es que disfrutes de las Navidades de una forma plena, ya que es una época muy bonita de encuentro y reunión familiar. Y si lo necesitas, no dudes en recurrir a la meditación y al mindfulness para deshacerte del estrés y disfrutar al máximo.
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