En el mundo de exigencias y obligaciones en él que vivimos, cada vez se hace más difícil encontrar tiempo para relajarnos. Además, tenemos que estar haciendo cosas continuamente, atendiendo a todo tipo de estímulos, esto hace que no sepamos parar y estar sin hacer nada. Lo que nos impide relajarnos, reflexionar y escuchar a nuestro cuerpo.
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Las consecuencias de no haber aprendido a relajarnos se manifiestan a través de dolores, fatiga crónica y crisis de ansiedad. El estrés está muy presente en nuestro día a día, siendo una de las causas que nos impiden vivir de forma saludable. Nuestra mente y el torbellino de pensamientos se convierten en nuestro mayor enemigo, debido a que no hemos aprendido a controlar este proceso, dejando que sea nuestra mente la que nos controle.
Las técnicas de relajación son muy efectivas para multitud de problemáticas. Se utilizan para afrontar fobias, crisis de ansiedad, depresiones, angustia y situaciones que nos causan un gran sufrimiento. Cuando nos dejamos dominar, por nuestros impulsos y el nerviosismo, actuamos sin conciencia, lo que nos lleva al arrepentimiento. Aprender a relajarse es muy importante ante diversas circunstancias, tanto para cuidar nuestra salud física como para cuidar de nuestra salud mental y mejorar nuestra calidad de vida.
Prácticas efectivas para la relajación
Estas técnicas tienen como principal objetivo enseñarnos a controlar nuestro nivel de activación, sin ayuda de recursos externos. Estas prácticas, en combinación con muchas otras, son de las más utilizadas por los psicólogos.
Respiración diafragmática
Esta técnica de relajación nos sirve, entre otras cosas, para aprender a respirar adecuadamente. Este tipo de aprendizaje se utiliza para que controlemos y aumentemos el sistema nervioso parasimpático, que es el encargado de relajarnos y aumentar nuestra sensación de tranquilidad. Para su entrenamiento es importante seguir las siguientes indicaciones:
Colócate en una posición que te resulte cómoda, sentado con la espalda erguida y los músculos relajados, sin que haya tensiones.
Pon una mano en tu pecho y otra en el estómago.
De forma relajada ve cogiendo aire por la nariz, llevando el aire hacia la mano que tienes en el estómago. La tripa debe subir cuando coges aire por la nariz y bajar cuando lo expulsas por la boca. La mano del pecho siempre inmóvil.
Cuando lleves el aire hacia tu estómago, retenlo al menos durante dos segundos.
Poco a poco ve soltando el aire por la boca, de manera que notes como el estómago se va deshinchando. La mano del pecho ha de seguir inmóvil en todo momento.
Este ejercicio repítelo varias veces.
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Relajación muscular progresiva de Jacobson
Esta técnica desarrollada por Jacobson en 1929 es una de las más utilizadas en la terapia de conducta. Con ella aprenderás a identificar las tensiones musculares para poder relajarte. Con estos ejercicios centras tu atención en toda la musculatura corporal, para ir zona por zona comprobando dónde se encuentra las principales tensiones que sueles acumular. Con la práctica de estos ejercicios se adquieren habilidades para relajar cualquier tensión del cuerpo.
Al principio puede resultar un poco largo, es recomendable tener un guía para que vayas explorando los diferentes grupos musculares. Las pautas a seguir de este método de relajación serian estar en un lugar tranquilo, cómodo y sin distracciones. Hacer un par de respiraciones profundas, y a continuación el terapeuta o la persona que haga de guía te iría indicando que centres toda tu atención en cada parte del cuerpo, haciendo un repaso general, irás contrayendo y relajando cada músculo, para diferenciar cuando está tenso a cuando está relajado. A medida que practiques podrás incluso hacerlo solo.
Esta práctica de relajación es muy efectiva para darnos cuenta de las tensiones que acumulamos diariamente. Cualquier situación de ansiedad provoca que contraigamos algún músculo, eso se manifiesta en dolores. Con este método lo identificamos al momento y dejamos de contraer esos músculos para relajarlos, lo que nos ayudará a controlar la ansiedad.
Meditación o Mindfulness
La meditación o mindfulness forma parte de las técnicas efectivas que se emplean para la relajación, aunque sus posibilidades abarquen muchos más aspectos. El mindfulness forma parte de las llamadas terapias de tercera generación en psicología. Las investigaciones que se han llevado a cabo sobre el mindfulness manifiestan que esta técnica tiene muchos beneficios, y resulta muy efectiva para aprender a concentrarse y disminuir la ansiedad.
Estas técnicas que se emplean como método de relajación, pueden ser practicadas por cualquier persona y en cualquier lugar. Los ejercicios del mindfulness son muy variados, en ellos se pueden hacer visualizaciones, focalizar la atención hacia un objeto, escuchar música para meditar, etc. Lo importante es que permite ejercitar la concentración, para que calmemos nuestra mente y centrarnos en lo que nos beneficia.
Fuente: Pixabay lopezjoshua839
En definitiva, estás técnicas de relajación son actualmente las más utilizadas por los profesionales de la salud, que tratan diariamente a personas que sufren trastornos asociados con la ansiedad. Su efectividad ha sido demostrado, y como hemos indicado, con la práctica es posible aplicarlas en nuestro día a día. Estas estrategias son un recurso excepcional tanto para calmar nuestra mente y los pensamientos que nos producen ansiedad, como para aprender a disminuir las tensiones y la actividad de nuestro organismo, que nos genera estrés y graves consecuencias tanto físicas como mentales.
En conclusión, cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, y en cómo técnicas como la meditación pueden ayudarnos a controlar el estrés y la ansiedad. Así, el método Crear Salud puede ayudarte a llevar la práctica de la meditación a tu día a día. Pero no solo eso, sino que también te mostrará que, para conseguir una vida plena, es necesario nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
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