Aquí tienes una lista de algunas frutas y verduras, y los beneficios que obtenemos de ellas:
Melocotones y albaricoques se parecen mucho en cuanto a composición nutricional. Contienen abundante agua y cantidades moderadas de azúcar. El color anaranjado de estos frutos rebela la presencia de betacarotenos, un tipo de vitamina, especialmente abundante en albaricoques, que tiene capacidad antioxidante poniendo a raya los radicales libres que genera nuestro organismo producto del metabolismo, la contaminación, el estrés , etc.
El higo es un clásico del verano. Se trata de una fruta muy nutritiva, rica en azúcares, especialmente indicada para personas con necesidades calóricas aumentadas como niños, embarazadas, personas mayores o deportistas después de una actividad física. Contiene minerales como el calcio y magnesio necesarios para el mantenimiento del esqueleto y betacarotenos, con efecto antioxidante.
Las ciruelas son ricas en agua y azúcar. Contienen betacarotenos y antiocianidines, ambos con efecto antioxidante y presentes en mayor concentración en la variedad de ciruela morada. Son ricas en potasio, que junto con el contenido en agua dan a esta fruta una capacidad depurativa y diurética. El consumo de esta fruta genera un leve efecto laxante gracias a la presencia de fibra y sorbitol, un tipo de azúcar que contiene.
El plátano es un fruto muy nutritivo por su elevada concentración en azúcares. También muy indicado para niños o embarazadas. Es muy rico en potasio y también contiene magnesio y ácido fólico. Nos proporciona una buena dosis de fibra soluble, estimulante del crecimiento de la flora bacteriana beneficiosa del colon.
La pera es una fruta rica en agua y fructosa, un tipo de azúcar apto para diabéticos. Es de muy fácil digestión y contiene sustancias que suavizan la mucosa digestiva y la desinflaman, por tanto se puede indicar en procesos inflamatorios del tracto digestivo como la gastritis.
La mazorca de maíz es especialmente rica en azúcares y fibra y es una buena fuente de betacrotens y ácido fólico. Contiene fuerza magnesio y fósforo, minerales presentes en huesos y dientes y necesarios en la actividad neurológica y muscular.
El pimiento verde nos proporcionará una buena dosis de vitamina C y betacarotenos, un verdadero cóctel antioxidante.La vitamina C es necesaria para la absorción del Hierro de las legumbres. Un plato muy nutritivo y fresco para el verano podría ser una ensalada de lentejas con pimiento, cebolla y tomate, combinación perfecta para aprovechar bien las vitaminas y el hierro de la legumbre.
El calabacín es una verdura suave y fácil de digerir. Gracias a su contenido rico en agua y potasio y pobre en azúcares es diurético e ideal para el control de peso. Es muy indicado para embarazadas para incrementar el aporte de ácido fólico a partir de la dieta. Contiene mucílagos, un tipo de fibra que suaviza la mucosa digestiva y vitamina C que aprovecharemos mejor si consumimos el calabacín crudo o poco cocinado.
La berenjena no destaca por su valor nutritivo. Contiene principalmente agua, cantidades moderadas de fibra y su mineral principal es el potasio. Su sabor amargo indica la presencia de unas sustancias con efecto estimulante del hígado y de la vesícula biliar que ayudan a hacer la digestión de las grasas. El color morado de la piel lo dan las antocianidinas, unos potentes antioxidantes. Hay que cocinar muy bien esta hortaliza ya que cruda contiene elevadas concentraciones de solanina, una sustancia tóxica que podría desencadenar problemas gastrointestinales o migraña.