El estrés es un sentimiento que puede hacerte sentir desbordado en muchas circunstancias. Reducir el estrés a cero es prácticamente imposible, sin embargo, reducirlo sí es una meta realista. Es decir, conviene partir de la base de que siempre existen instantes más vulnerables de sufrir algún tipo de estrés, por ejemplo, cuando estás en la recta final para el cumplimiento de un nuevo proyecto y te encuentras ante el plazo de entrega final. Sin embargo, querer reducir el estrés es el primer paso para lograr este objetivo.
Ten un orden de objetivos
El estrés aumenta a partir de la atención dispersa de quien se marca tantas metas y no establece un orden entre las mismas que, finalmente, experimenta un caos vital. Tienes que tener presente qué es lo más importante para ti en este mismo instante. Ahora; no después. En el plano laboral, el pensamiento está tan centrado en aquello que viene después que esto produce mucha angustia. Es esencial empezar a vivir conectado con el poder del ahora por medio de la acción que quieres cumplir ahora.
Adiós a los dramas
Imagina que eres el protagonista de una comedia, imagina que eres un cómico experto en interpretar papeles marcados por el humor. Alguien capaz de jugar con la ironía y con la parodia para no tomarte las cosas de un modo trágico. Aprende a vivir y es muy importante que digas adiós a los dramas porque todo pasa y nada permanece, nada es tan importante como a veces parece bajo el impacto psicológico de un primer momento. Sonríe a la vida y busca el lado divertido.
¿Y cómo reír más? Comparte más momentos con personas que te contagian su buena energía. Disfruta en cine y teatro de divertidas comedias. Haz más cosas que te gusten en tu vida, dedica más tiempo a aquello que realmente te apetece hacer.
Menos tecnología
La tecnología es necesaria, sin embargo, no vivas pegado a una pantalla. El estrés tecnológico es la principal causa de estrés en la vida. Es esencial que disfrutes de la tecnología como un medio positivo, pero no como un fin en sí mismo. Para equilibrar la balanza, comparte más tiempo de ocio presencial con tus amigos, programa más actividades en la naturaleza, haz deporte, disfruta de actividades culturales, escucha música…
Adiós al perfeccionismo
No te obsesiones con la idea de ser más perfecto que nadie. No tienes que ser mejor que los demás. Sino que debes intentar orientar tu superación personal siempre en armonía contigo mismo. Es decir, esta es la dirección ideal. Puesto que de este modo, cuando eches la vista al pasado a partir de este proceso de superación consciente, puedes observar una evolución en ti y comprobar que has sumado logros importantes, que hoy eres más sabio que ayer pero menos que mañana. Esta es una buena filosofía de vida, hacer del tiempo tu mayor aliado de conocimiento existencial.