El título de este artículo seguramente ha llamado tu atención: ¿es posible perder peso si practico la meditación? ¿qué relación existe entre ambos temas?
Se ha demostrado que cuando una persona está bajo estrés su cuerpo produce más hormona cortisol, y es aquí donde radica el problema. Los niveles elevados de cortisol pueden contribuir al aumento de peso y dificulta la quema de grasa abdominal. Los investigadores creen que el estrés crónico puede contribuir a la obesidad, ya que estas personas generalmente comen más.
De igual forma la ansiedad, la fatiga y la depresión, pueden aumentar la frecuencia cardíaca, interrumpir tu digestión y hacer que secretes más cortisol. Irónicamente muchas personas buscan alivio en el consumo de más alimentos.
La meditación ayuda a perder peso
Son pocas las personas que saben que la meditación puede ser un arma secreta cuando se quiere perder peso. Es una de las mejores maneras de romper este círculo vicioso. La meditación entrena a tu mente para que pueda responder de manera diferente al estrés. Cuando meditas, tu sistema nervioso parasimpático se activa; esta parte del sistema nervioso calma tu ritmo cardíaco y mejora la digestión, ayudando a calmar ese instinto de lucha o escape que en ocasiones te impulsa a comer más alimentos chatarra.
Sólo 15 minutos de meditación al día pueden ayudarte a controlar tu peso. No necesitas mucho tiempo para entrenar tu cerebro y hacer que responda de manera diferente al estrés. Si meditas durante 15 minutos al día durante dos semanas, empezarás a notar que respondes de manera diferente a las situaciones estresantes diarias. Cuando mantienes este hábito en el tiempo, por ejemplo meditar 15 minutos al día durante seis meses, estás ayudando a crear nuevas vías neuronales en tu cerebro.
3 técnicas de meditación simples para perder peso
Apreciar el momento. Durante la meditación, disfruta del momento. Saborea cada instante, como haces cuando te sientas a comer o a beber. Analiza si realmente tienes hambre o si estás supliendo una necesidad insatisfecha.
Respira profundamente. Dedica varios momentos a tomar respiraciones largas y profundas durante el día. Respirar profundamente calma tu mente y tu cuerpo; cuando el cuerpo no obtiene suficiente oxígeno, aumentan los niveles de estrés y por tanto, es más difícil perder peso.
Mejora tu conciencia física. Una de las primeras cosas que debes hacer cuando te sientas a meditar es comprobar si tu cuerpo tiene algún malestar. Así mismo, cuando te sientes a comer pregúntate si estás comiendo por las razones correctas. ¿De verdad tienes hambre o simplemente estás aburrido o molesto?
En general, cuando meditas eres capaz de tomar mejores decisiones sobre tu vida, incluyendo la cantidad de alimentos que consumes.
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