Meditar significa hacer un ejercicio intencionado para alcanzar un estado de atención centralizada y así liberar la mente de los pensamientos negativos y perjudiciales para tu salud. Habitualmente, esta centralización requiere un enfoque pleno y consciente en un objeto en concreto como, por ejemplo, la sensación de bienestar, el ritmo de tu respiración o un pensamiento que te aporte tranquilidad.
Por su parte, el mindfulness es un estado de plena conciencia que surge cuando se presta una atención centrada, deliberada y exenta de juicios en el momento presente. Con el tiempo y la práctica, puedes llegar a convertir este estado momentáneo en un rasgo de tu personalidad, con lo que logras una experiencia única en cada actividad que haces. Y tal y como hemos dicho previamente, todas las prácticas de mindfulness implican algún tipo de meditación.
Beneficios físicos de practicar meditación o mindfulness
Si ya realizas alguna de estas prácticas, seguro que te habrás dado cuenta de los múltiples beneficios que te aportan en el ámbito psicológico y espiritual. Actualmente, varios estudios científicos han demostrado que la meditación también incrementa tu salud general y te aporta grandes ventajas en el ámbito físico. A continuación, te comentamos las mejoras más notables.Protege el sistema inmunológico
Cuando meditas creas emociones y sensaciones positivas que fortalecen tu sistema inmune.
Promueve un corazón sano
Con esta práctica de relajación, logras disminuir la velocidad de tu corazón y se dilatan los vasos sanguíneos lo que aumenta el flujo de sangre que circula por tus venas. Si sufres enfermedades coronarias o tienes la presión sanguínea alta, estos ejercicios te ayudan en gran medida a prevenir los riesgos de mortalidad.
Armoniza el sistema endocrino
Con la meditación logras armonizar el sistema endocrino, que es el encargado de segregar hormonas. Cuando meditas, segregas endorfinas, las hormonas de la felicidad, y mantienes un nivel más reducido de la hormona del estrés, el cortisol.
Relajación del sistema nervioso y aumento de la relajación física
La conciliación que se produce en tu sistema endocrino influye en todo organismo, con lo que logras disminuir los niveles de ansiedad y estrés en tu cuerpo y reduces tu tensión muscular.
Mejora la calidad de sueño
También es muy eficaz si sufres de algunas enfermedades del sueño, como el insomnio. Puedes mejorar la calidad y la cantidad de tus horas de descanso pocas sesiones después de haber empezado con estas técnicas de relajación. Y, como ya sabes, dormir bien por la noche es esencial para funcionar bien durante el día.
Reduce el dolor de cabeza
Si practicas diariamente los ejercicios de relajación, obtienes unos resultados muy positivos al mitigar y reducir el número de episodios que sufres de migraña, así como la intensidad de los mismos.
Ralentiza el envejecimiento
Cuando meditas regularmente, favoreces y fomentas la juventud de tu cuerpo y mente y envejeces de manera más saludable.
Mejora el flujo de aire en los pulmones
Para meditar apropiadamente tienes que aprender a respirar adecuadamente. Esto se refleja en que tu respiración es mucho mejor, y puedes combatir enfermedades respiratorias como el asma.
Mejora la resistencia de tu piel
La sudoración excesiva puede afectar negativamente a tu piel. Con la meditación reduces el sudor y fomentas la resistencia de tu piel y, además, puedes curar algunas patologías de la dermatitis.
Reducción del dolor
La meditación es un estupendo analgésico natural que te ayuda a paliar el dolor de algunas enfermedades con tan solo practicar los ejercicios unos minutos al día. Es especialmente beneficiosa si sufres de patologías crónicas como la artritis y las alergias, además de para prevenir o retardar su aparición.
Fortalece tu salud cerebral
Los estudios han demostrado que cuando meditas estás fomentando el orden del funcionamiento de tu cerebro, por lo que refuerzas tu salud cerebral.
Cambios en la actividad eléctrica de tu cerebro
Cuando meditas, cambias tus conexiones neuronales y creas nuevas, lo que mejora tus capacidades y habilidades y produce cambios beneficiosos en la actividad de tu cerebro.
Mejoras tu agilidad mental
Debido a los cambios neuronales, más el incremento del descanso físico y la reducción del estrés y la ansiedad, te ayuda a liberar tu mente de los problemas de tu día a día, con lo que logras tener una mente más despierta y ágil.
Refuerzas tu memoria
Con solo unas pocas sesiones de meditación no solamente logras mejorar tu nivel de concentración, sino que, además, incrementas tu comprensión lectora y tu capacidad de recordar, por lo que estás fomentando y reforzando tu memoria.
Menor pérdida de energía
Practicar meditación te ayuda a desvincularte paulatinamente de tus pensamientos y de los procesos emocionales que resultan nocivos para tu salud, con lo que logras entrar en un estado de paz y tranquilidad.
Aumento de la fuerza y el vigor
Una vez te has alejado de todas las emociones negativas, te sientes más reforzado y vigorizado, y empleas la energía en cosas productivas que te hacen sentir bien contigo mismo.
Normaliza el peso ideal
La meditación te permite aumentar tu rendimiento deportivo, e incluso te aporta una mayor inclinación a practicar deportes, por lo que normalizas tu peso ideal.
Reduce los síntomas del síndrome premenstrual y la menopausia
Los ejercicios de relajación también te ayudan a paliar notablemente los dolores menstruales y a controlar las hormonas durante el proceso de la menopausia.
Hábitos de vida más saludables
Practicar meditación también te mueve a tener hábitos de vida más saludables, como dejar de fumar, disminuir la cantidad de alcohol que ingieres e introducir una dieta alimenticia más equilibrada.
En definitiva, la meditación es una fuente inagotable de salud. ¡Inclúyela en tu vida!
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