¿Y por qué sucede esto? La respuesta en muchas ocasiones es "Metabolismo lento" y en otras se debe a problemas como la diabetes, hipertensión o estrés, que para algunas personas también es sinónimo de no poder bajar de peso o de engordar.
La mayoría de las veces cuando una persona hace una dieta y no consigue adelgazar, se debe que esa persona tiene un metabolismo lento y muchas otras veces se debe un desbalance entre dos hormonas, la del glucagón y la de la insulina.
¿Qué sucede en un metabolismo lento?
Cuando se tiene un metabolismo lento ocurre que nuestro cuerpo no quema los alimentos y sus calorías como debería y eso por lo tanto se traduce en ganar peso.
Las enzimas son unas proteínas que tienen mucha importancia a la hora del buen funcionamiento del metabolismo, ya que estas aceleran los procesos metabólicos.
Pero entonces, ¿cómo podemos hacer que nuestro metabolismo funcione como dios manda?
Lo que tenemos que hacer para ello es tener una alimentación saludable y equilibrada para que así las enzimas que estén en nuestro organismo estén en las cantidades apropiadas para poder bajar de peso saludablemente.
Adelgazar de manera sana es justo lo contrario a hacerlo mediante dietas estrictas o dietas rápidas que nos pueden valer durante el mismo tiempo que duren las dietas o para cortos periodos de tiempo, pero después volvemos a engordar al dejar este tipo de dietas.
¿Qué sucede cuando hay un desequilibrio relacionado con la insulina?
Como decíamos antes, el glucagón y la insulina son 2 hormonas que tienen una influencia determinante en el metabolismo.
Cuando consumimos alimentos que tienen un alto contenido en glucosa el páncreas comienza a generar más insulina y esta hormona lo que hace es almacenar la glucosa en forma de grasa y además se asegura de que la grasa que se ha almacenado no se pierda.
Los alimentos que contienen glucosa son necesarios, no se trata de dejar de comer alimentos que la contengan porque necesitamos glucosa, solo que debemos saber que su exceso es malo para el organismo y también para nuestro peso.
La regla más general es que los alimentos que son más dulces son los que mayor contenido en glucosa contienen y son estos los que más debemos de mantener a raya.
Especialmente los alimentos que debemos de evitar son los alimentos que estén elaborados a base de azúcar refinada y de harina blanca refinada. Estos producen altos picos de insulina en el organismo y eso lo que significa es que el metabolismo al no poder quemar todo ese azúcar lo almacena como tejido graso.