Ahora que ya te has decidido y quieres acelerar el metabolismo surge el gran dilema de cómo hacerlo posible, ¿cierto? Coge lápiz y papel y apunta:
1. Nada de saltarse el desayuno
Desayunar precisamente es lo que activa tu metabolismo al empezar el día, gracias a él gastas más calorías a lo largo del día. Piensa que después de tantas horas durmiendo y sin comer tu cuerpo necesita recuperarse y, además, así conseguirás tener menos hambre el resto del día.
2. ¡Cuidado con las grasas!
Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, se queman más calorías cuando se toman alimentos pobres en grasa. ¿Te has preguntado alguna vez por qué hay gente que come poco y engorda más que otros que comen grandes raciones? Eso se debe a que, a igual número de calorías por comida, los alimentos ricos en proteínas y carbohidratos provocan mayor gasto de calorías frente a los alimentos ricos en grasa.
3. ¿Entrenar en ayunas?
Esta muy de moda como método para activar el metabolismo, ya que al reducir las reservas de glucosa o glucógeno se queman grasas, pero esto es mejor dejárselo a los profesionales, sobre todo si después debemos ir a trabajar, o de lo contrario el agotamiento se apoderará de nosotros.
4. ¡NO a las dietas hipocalóricas!
Como seguro sabes, para adelgazar necesitas gastar al final del día más calorías de las que ingieres pero, ¡cuidado! Comer menos de lo que necesitas no te hará ningún favor, dejarás de quemar grasa acumulada y tu rendimiento disminuirá en tu vida en general, lo que tampoco favorecerá que tu metabolismo funcione.
5. ¿Picotear entre horas? Sí, pero con cabeza
No te olvides de realizar, además de las tres comidas principales, un almuerzo y una merienda. De esta forma, gastarás más energía y por tanto calorías en la combustión de los alimentos, manteniendo alto el metabolismo.
Por otra parte, para evitar periodos de ayunas prolongados, antes de irse a dormir es necesario tomar un pequeño tentempié proteico. Así se evitarán picos de insulina y glucosa en sangre y el motor digestivo no se detendrá.
6. Controla los carbohidratos
No tienes que eliminar de tu dieta los carbohidratos solo porque sean la mayor fuente de energía. ¿Un truco? Escoge los que tengan bajo índice glucémico y los más ricos en fibra.
7. ¡Las vitaminas que no falten!
Puede que las vitaminas y los minerales no ayuden a perder el paso, pero son necesarias para obtener energía y algunas incluso imprescindibles para nuestro metabolismo. No pueden faltarte si quieres quemar calorías las vitaminas del grupo B (B1, B3, B6, B12 y ácido fólico), cromo y zinc.
8. Bebe durante todo el día
No solo te ayudará a comer menos cantidad de comida si lo haces mientras las realizas, sino que ayudará a limpiar y eliminar las toxinas que pueden favorecer la acumulación de grasa en tu cuerpo.
9. ¡No seas tan eficiente!
Es evidente que cuento más practicas un deporte o un ejercicio más eficaz te vuelves y está muy bien pero eso lo único que consigue es que quemes menos calorías con el mismo ejercicio. Modifica tus entrenamientos y busca nuevos retos.
10. Escoge 'Big foods' o alimentos grandes
Así saciarás tu apetito y llenarás tu estómago con alimentos que ocupan un gran volumen pero que tienen pocas calorías y son ricos en fibra. Con ello conseguirás que tu cuerpo gaste energía para hacer su digestión.
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Fuente: runners