El sedentarismo tiene un papel clave en el funcionamiento del corazón, ya que está claro el hecho de que realizando actividad física moderada y cuidando nuestra alimentación siguiendo unos hábitos de nutrición saludables, podrán evitar tales enfermedades, además de permitirte disfrutar de tu vida con mucha más vitalidad, energía y, sobre todo, con más salud.
La actividad física como enemiga del sedentarismo
La primordial medida a llevar a cabo contra el sedentarismo es el ejercicio físico y una alimentación adecuada y equilibrada.
No necesariamente hablamos de ir al gimnasio y encerrarse un par de horas, sino también se refiere al hecho simple de mantener una actividad física diaria mínima, caminar o usar la bicicleta hará que tu día a día sea más activo y tu cuerpo tenga ese movimiento que necesita.
Además, la práctica de algún deporte que te guste con tus amigos, es una muy buena forma de mantenerse saludable, eso sí, no se trata de no hacer nada por la semana y solo jugar el partidito en el fin de semana y después el gran almuerzo, NO, hablamos de mantener una vida activa entre semana y completarlo con un deporte que disfrutes en fin de semana (pádel, fútbol, baloncesto, tenis, etc.).
El arte del buen comer contra el sedentarismo
Tampoco es necesario machacar el cuerpo con una actividad extrema cada día y a todas horas, se trata de ofrecer a nuestro cuerpo la actividad física mínima que requiere para mantenerse en forma, que dependerá de las características individuales de cada persona, sus objetivos y varios puntos más a tener en cuenta.
Igualmente, se requieren momentos de relajación y pausa, que se deben aprovechar para recuperar la energía utilizada y aportar a nuestro cuerpo la alimentación que necesita para continuar con su marcha.
Por ello, debes optar por una dieta equilibrada y variada, además de procurar hacer cinco comidas del día. Esto significa comer todos los grupos de alimentos como frutas, verduras, lácteos, carnes, pescados, legumbres, cereales, aceites y grasas, pero en su justa medida.
Evita alimentos procesados o con grasas poco saludables (comidas rápidas, bollería industrial, galletas, etc.), sé consciente de lo que comes y exigente, vigila los valores nutricionales de los alimentos que tomas, al fin y al cabo, es lo que va a suministrar la energía a tu cuerpo.
Conclusiones ante el sedentarismo
Después de todo lo que hemos añadido, se puede dejar en claro que el sedentarismo, además del daño al corazón y otras enfermedades cardiovasculares y osteoarticulares, trae consigo otros problemas como la obesidad, el colesterol o la hipertensión.
Por ello, mediante el ejercicio físico y una nutrición saludable se puede mantener un peso adecuado a nuestras características y así evitar lo máximo posible padecer esas patologías relacionadas con el sedentarismo.
Así que, ¿a qué esperas para moverte? Empieza cuanto antes y así, más pronto empezarás a sentir todos los beneficios que te aporta el ejercicio físico, cuídate y quiérete, es la mejor manera de disfrutar de la vida.