Como si se tratase de un mantra, estos mensajes nos van llegando cada vez con más fuerza. Somos más conscientes, sabemos lo que hay que hacer y lo que nos beneficia, pero ¿realmente lo hacemos? Ahí radica la principal cuestión, estamos muy bien informados, conocemos los ejercicios físicos que más nos convienen, qué se adapta mejor a lo que nos motiva. Sin embargo, falta algo que se nos escapa, puesto que no acabamos del todo de incorporar una rutina saludable en nuestras vidas, ¿por qué sucede esto?
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Cada cual sabe bien por qué acaba dándose por vencido para mantenerse activo y llevar un ritmo de vida que le permita disponer de una mejor salud. Los médicos y los especialistas nos lo repiten cada día. Los mensajes nos llegan por todos los medios. Pero falta algo básico. ¿qué crees qué es? Por supuesto, estamos hablando de esfuerzo y de fuerza de voluntad. Lo que se podría denominar como los ingredientes básicos. Así es una vida saludable cuesta esfuerzo, si te dicen lo contrario te están engañando.
El sedentarismo es un problema mucho más grave del que nos podamos imaginar, también en este siglo XXI, donde disponemos de mucha información y sabemos más cosas sobre la vida saludable que en cualquier otro periodo de nuestra historia. Se supone que todo el mundo, más o menos, está concienciado sobre la necesidad que existe de mantener su organismo cuidado, para que lo mantengamos en un estado de salud que nos permita afrontar el día a día sin mayores problemas. Sin embargo, tal y como indican las cifras, muchas personas están sufriendo las consecuencias de una vida sedentaria, ¿la solución? sin duda, dejar aparcado el “no moverse” y poner en marcha el organismo para moverse.
La realidad sobre los riesgos del sedentarismo
Aunque sepamos que moverse y hacer ejercicio es la clave para mantenernos sanos, para quitarnos esos kilos de más de los que siempre nos quejamos, y para mantener un mayor nivel de energía a la hora de hacer las actividades de nuestro día a día. No acabamos por adquirir ciertos hábitos saludables que son imprescindibles para evitar el sedentarismo.
Vivimos en una sociedad sedentaria, y esto es algo que indican los datos. En la actualidad con los tipos de trabajos que tenemos y el tipo de vida que llevamos se han reducido las oportunidades de gasto energético, como las de otras épocas en las que había trabajos mucho más físicos. Y al mismo tiempo se ha experimentado un creciente aumento en el consumo de kilocalorías baratas. Y como consecuencia, estamos experimentando un aumento histórico de obesidad, a nivel de la población mundial. Este gran desajuste calórico implica graves riesgos.
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Estamos hablando de una epidemia a nivel mundial, la OMS indica que “Al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud. Esto se debe en parte a la insuficiente participación en la actividad física durante el tiempo de ocio y a un aumento de los comportamientos sedentarios durante las actividades laborales y domésticas. El aumento del uso de los medios de transporte “pasivos” también ha reducido la actividad física”.
Según indican los organismos oficiales como la OMS, la inactividad física y el sedentarismo suponen para nuestra salud los siguientes riesgos:
Representa el cuarto factor de riesgo de muerte más importante en todo el mundo.
Es la causa del 6% de los fallecimientos de toda la población del planeta. Hasta 3,2 millones de personas mueren cada año por enfermedades provocadas por un nivel insuficiente de actividad física.
Las personas sedentarias tienen entre un 20% y 30% más de probabilidades de morir a una edad temprana que las que personas que hace una actividad física regular.
Representa hasta un 25% de cánceres de colon y de mama.
Supone un 27% de los casos de diabetes y hasta un 30% de las cardiopatías isquémicas. Como podemos ver el “no moverse” tiene unas consecuencias fatales, devastadoras para nuestra salud. Lo que genera una mayor alarma es que se está experimentando un mayor aumento del sedentarismo en la población mundial.
Causas que promueven el “no moverse” y el sedentarismo
Los datos que veos sobre el sedentarismo y sus consecuencias son alarmantes para cualquier persona con un mínimo de conciencia. Aunque es bastante fácil caer en el autoengaño pensando que nosotros no somos una de esas personas sedentarias. Hay muchas causas que nos llevan a caer en el sedentarismo, sin ser plenamente conscientes de ello, y muchas conductas habituales que causan un gran deterioro de nuestra salud. Es necesario atender a estas causas que nos están impidiendo llevar una vida saludable.
Las personas sedentarias y aquellas que tienen hábitos poco saludables suelen llevar a cabo alguna de estas conductas, y en muchos casos varias de ellas: fumar, consumir alimentos calóricos, abusar de las proteínas de fuente animal, alimentación desequilibrada, poco ejercicio físico diario, trabajos en los que no hay que moverse mucho ni hacer un gasto de energía elevado. no realizar habitualmente actividades al aire libre, utilizar medios de transporte como el coche, el metro y el autobús que promueven la inactividad física, etc.
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Estos desequilibrios que experimenta nuestro organismo, ya sea por una mala alimentación o por una falta de actividad física, o ambos incluso, predispone a sufrir enfermedades graves como: diabetes, cardiopatías, accidentes cerebrovasculares (ictus), e incluso algunos tipos de cáncer.
El sedentarismo también se asocia con trastornos mentales como la depresión. La inactividad física puede llevarnos a experimentar desequilibrios emocionales. En un experimento llevado a cabo por la Universidad de Qingdao (China), se concluyó que las personas con conductas sedentarias tienen hasta un 25% más de probabilidades de sufrir depresión que las personas que mantienen un estilo de vida saludable, enfocado a la actividad física y la buena alimentación.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Pero, además de cuidar el exterior, debemos trabajar el interior, nuestra mente, y para ello podemos usar herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye sesiones de mindfulness y ejercicios de psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz