Avances Tecnológicos
La mayoría de los avances tecnológicos están pensados para hacernos la vida más fácil y, por lo tanto, nos evitan esfuerzos que antes eran cotidianos en nuestra vida diaria, como por ejemplo:
Ir a la compra. Gracias a la tecnología, ahora podemos realizar la compra de alimentos con un sencillo clic a través de internet y recibirla en la puerta de casa. Esto no sólo afecta a la compra de alimentos, sino que cada vez más los españoles compramos ropa, tecnología o cualquier tipo de producto a través de internet.
La búsqueda de información. Antes era necesario “moverse” y salir de casa para ir a por el periódico. Ahora, sin embargo, tenemos acceso desde casa a todos los medios de comunicación e información.
Los videojuegos, televisiones, smartphones, ordenadores, etc. Todos estos aparatos nos han convertido en personas más sedentarias, pasando horas y horas con ellos a lo largo del día, y convirtiéndose en la principal fuente de entretenimiento. El uso de tanto aparato tecnológico es más preocupante aun entre los más jóvenes, que no realizan las mismas actividades y juegos que hace unos años (podríamos profundizar mucho más en este tema, pero ya sabemos cómo se ha sustituido el jugar en la calle por estar enganchado al televisor o la videoconsola). Estos cambios de hábitos sociales, además de la gran modificación en los patrones alimentarios de los niños, han provocado que los índices de sobrepeso y obesidad infantil no dejen de crecer en nuestro país. Además, si no se establecen unos límites y no damos ejemplo, estos “aparatos” puede llegar a convertirse en una adicción tanto en niños como en adultos.
Medios de Transporte
Los medios de transporte, en la sociedad moderna el coche o el transporte público, han permitido que nos personemos en cualquier lugar sin apenas esfuerzo. El abuso de estos medios de transporte, en detrimento de caminar o desplazarse en bicicleta, favorece el sedentarismo. Por lo tanto, debemos intentar usar el transporte sólo cuando sea necesario. Por ejemplo, acude a la compra paseando y carga con ella de vuelta a casa.
Estilo de Vida
El estilo de vida actual es tan ajetreado que en muchos casos deja poco espacio para el ocio. Después de una larga jornada de trabajo, lo último que se piensa es en hacer algo de ejercicio, estableciendo como preferencia el trabajo o la formación frente a un estilo de vida saludable y activo. Trata de tomarte la vida con más calma y adquiere el hábito de hacer ejercicio, es tan importante para la salud física como mental.
Falta de Motivación
En muchas familias, el sedentarismo se ha establecido como algo habitual y no se motiva a los niños desde pequeños a realizar ninguna actividad física. Sin embargo, si los niños observan en casa un hábito por realizar actividad física de forma regular, les será mas sencillo asociar el ejercicio con una práctica normal dentro de una vida saludable. Desde mi experiencia personal, desde pequeño he visto a mi padre saliendo a correr varios días a la semana y ha sido algo que me ha hecho ver el ejercicio como algo cotidiano del día a día.
Consecuencias del sedentarismo
“Lo que se utiliza se desarrolla, lo que no se utiliza se atrofia”
Ya lo dijo Hipócrates (el padre de la medicina) en su momento. Nuestro cuerpo necesita actividad y si no el musculo se atrofia, es decir se pierde o se gasta. A continuación señalaremos una serie de consecuencias que acompañan al problema del sedentarismo:
Obesidad: El ejercicio es el factor externo que más aumenta el gasto energético total, es decir, el número de calorías totales que gastamos a lo largo del día. Por lo tanto, una persona sedentaria que no realiza ejercicio físico necesita menos energía que una persona activa. Uno de las grandes problemáticas es que es habitual que las personas sedentarias sigan una alimentación menos equilibrada, variada y saludable que aquellas que se mantienen activa, favoreciendo la ganancia de peso y el desarrollo de obesidad.
Atrofia ósea y muscular: como ya hemos dicho, lo que no usamos se debilita. Como consecuencia de la falta de actividad física, se produce una pérdida de fuerza por la pérdida de masa muscular y problemas óseos. De hecho, la osteoporosis es muy frecuente entre la población sedentaria de edad avanzada. También debido a esta deficiencia ósea y muscular se producen dolores articulares y contracturas.
Mayor cansancio y peor estado de ánimo: las personas que realizan ejercicio físico, son más activas y menos perezosas por lo general, y se sentirán menos cansados al realizar actividades cotidianas como subir unas escaleras, correr o levantar algún objeto pesado, en cambio a los sedentarios les costará más. Además, gracias al ejercicio segregamos una serie de hormonas llamadas endorfinas, también conocidas como la “hormona de la felicidad“. Las endorfinas nos proporcionan esa sensación placentera y de bienestar al finalizar el ejercicio físico.
Enfermedades, generalmente derivadas de la obesidad. La mayoría son enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial, arteriosclerosis o hipercolesterolemia, que pueden derivar en ataques cardíacos por el taponamiento de las arterias. Otra enfermedad muy común entre los obesos es la diabetes tipo 2 en la cual el páncreas no segrega insulina adecuadamente.
¿Cómo combatir el sedentarismo?
Muchos piensan que alejarse de un modo de vida sedentario requiere mucho tiempo y esfuerzo. Esto es algo totalmente falso, ya que el sedentarismo se puede evitar con sencillos gestos cotidianos como utilizar las escaleras en lugar del ascensor, bajarse una parada antes en el autobús, ir a la compra andando, caminar media hora todos los días. Estas actividades son totalmente compatibles con nuestro ajetreado estilo de vida, y no nos supondrán grandes cambios ni nos tomará mucho tiempo. A cambio, el ejercicio supone un beneficio para nuestra salud física y mental.
El sedentarismo es algo que debe empezar a combatirse desde la infancia. Hacer ejercicio físico de manera regular es un hábito y, por lo tanto, es modificable. Por ello es fundamental que los padres den un ejemplo positivo y se mantengan activos para transmitirlo a sus hijos. Es complicado que los padres con malos hábitos alimentarios y muy sedentarios tengan hijos que lleven una buena alimentación y que realicen deporte regularmente, ya que es un aspecto que no se ha educado.
No es necesario “matarse” a hacer ejercicio y sufrir para mantenernos activos. Lo importante es encontrar la intensidad y duración del ejercicio que nos exija físicamente pero que nos permita ir progresando e incrementando el ejercicio físico.
Los gimnasios pueden ser una buena opción ya que nos ofrecen clases colectivas y gran cantidad de actividades físicas. Esta puede ser una estupenda manera para comenzar, pero habiéndonos informado antes por un profesional para ejecutar los ejercicios adecuadamente.
Podemos elegir entre una gran variedad de actividades físicas y escoger la que más nos guste: caminar, montar en bici, natación, deportes de equipo (baloncesto, fútbol, rugby,…), tenis, pádel, etc.
Todos estas actividades y deportes pueden alternarse para evitar caer en la monotonía. Por ejemplo, podemos ir un día a nadar, otro a caminar, y quedar un día con un amigo para echar un partido de frontón o tenis.
Como puedes ver no hay excusa, podemos abandonar el sedentarismo de forma fácil y divertida, y obteniendo a la vez importantes beneficios en nuestra salud. El que no hace ejercicio es porque no quiere, no hay excusas para no levantarnos del sillón, así que… ¿a qué esperas?
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