Sin embargo, los seres humanos somos seres de costumbres y de arraigos, por ello, incluso un pequeño cambio en apariencia como el de adelantar una hora el reloj, tiene consecuencias físicas y emocionales.
Cómo afrontar el cambio de hora con buen humor
La primavera es una gran ganancia para las personas de la tercera edad que gracias al buen tiempo pueden disfrutar de paseos agradables y encontrarse con sus amistades en los bancos de los parques. Durante la primavera se intensifican las relaciones sociales y los planes al aire libre.
Por esta razón, focaliza tu atención en todo lo bueno que te trae este tiempo. La sensación de soledad en las personas mayores que viven solas es menor durante la primavera.
Mantener los horarios regulares
El cambio de hora no es excusa para romper de forma drástica con las costumbres propias del invierno. El cuerpo y la mente necesitan unos horarios de sueño, ejercicio físico y alimentación para tener una buena calidad de vida. Estos horarios son importantes siempre pero todavía más en la tercera edad.
Durante los primeros días después del cambio de hora es habitual tener poco apetito en las horas de las comidas, sin embargo, es importante que respetes el horario de las comidas y optes por menús más ligeros. Incluye frutas y verduras de temporada en la cesta de la compra porque son muy saludables y te dan energía. Bebe abundante agua a lo largo del día y evita el consumo de café.
Cómo relajarte por la noche
Para relajarte por la noche, puedes optar por la lectura como medio de entretenimiento mejor que trabajar con el ordenador. También puedes ver la televisión pero opta por una programación tranquila.