La gran mayoría somos Mujeres decididas, sólidas, comprometidas y muy luchadoras. Es una labor diaria, a veces complicada, con pocas ayudas externas. Pero eso no limita a las Mujeres. Estamos acostumbradas a trabajar duro y a menudo solas.
Rindamos homenaje a aquellas que tanto sufrieron y se esforzaron por dejarnos una sociedad algo más justa para todos nosotros. Pagaron con su vida o sacrificaron su ámbito personal para que hoy podamos ser consideradas por nuestra valía y méritos, sin atender al género.
Ocurre que hay mucho por lo que luchar todavía. Conseguidos el sufragio universal, el derecho al trabajo remunerado y otras importantes plusvalías nos queda aún mucho por recorrer. Para empezar que esto ya consolidado en nuestra civilización (aún con sus sombras) se extienda a todo el planeta. Que nuestras hijas y nietas consigan mantener estos derechos, porque se tarda mucho y es muy caro lograrlos, más aún mantenerlos. Es una labor titánica.
No nos rindamos, cada uno en su entorno familiar, laboral y social puede hacer su parte.
Enseñemos a nuestros hijos, independientemente de su género, a ser respetuosos con cualquier identidad humana, animal, vegetal. Respetar a otros y por ende, amarlos, es el feliz resultado de un trabajo de formación y enseñanza bien hechos. Seamos cómplices de nuestras congéneres en todo lo que sea ético, no juzguemos lo que no conocemos bien. Tampoco compartamos lo que no es justo con otros, como “los hijos armas” que algunas madres utilizan para vengarse de sus exmaridos. El daño es también para ellas mismas y el ejemplo a los hijos, nefasto.
Seamos mujeres con M mayúscula. Brillemos con luz propia, creemos, negociemos, aportemos claridad. Es sabido que somos mejores en lograr acuerdos, en llegar a “ententes” cordiales. Grandes organizadoras y gestoras de los bienes. Ofrecemos calidad en las relaciones humanas sin perder efectividad en lo profesional. Y aunque suene a cliché, sabemos y hacemos varias cosas a la vez sin perder un átomo de eficacia en el camino.
A veces nos despistamos porque ese camino se torna muy difícil, por circunstancias de la vida. Apelemos ahí a lo mejor de nuestra condición femenina, a esa fortaleza y resiliencia que los siglos de historia nos han hecho desarrollar como un credo y su “modus operandis”.
En Imagen y Coaching estamos felices de ser dos Mujeres que se ocupan de mostrar sendas de bienestar y crecimiento personal que finalmente se torna en un beneficio para toda la familia y la sociedad. Nos ocupa mucho tiempo y compromiso llegar a las personas para que éstas comprendan y definan una mejor manera de vivir, con más autoconocimiento y con decisiones/acciones que aporten calidad y plenitud.
En el día de la Mujer y en los 364 restantes somos un pilar imprescindible e insustituible. Orgullosas y satisfechas de ser transmisoras de Vida, de crear estados de confort, de luchar por los derechos de todo/as. Madurando al sol como frutas jugosas que disfrutan de sus vidas. Explorando nuevos horizontes, siendo libres y autogestionarias, al tiempo que no rechazamos nuestra femineidad. Queremos igualdad de oportunidades y educación. Y sabemos que no somos idénticas a los hombres. Ésta es nuestra riqueza y esa polaridad con nuestros compañeros masculinos hace la vida más bella, la enriquece y complementa de manera especial y mágica.
Qué Vivan todas las mujeres!!