Tradicionalmente, la disfunción sexual femenina no ha recibido la misma atención que la disfunción sexual masculina, y el orgasmo precoz no es una excepción. Mientras la eyaculación precoz en los hombres es una disfunción sexual bien documentada, no existe tal categoría para el mismo caso en las mujeres.
Angustia y frustración
Según los expertos, en un extremo están las mujeres que tienen un control completo sobre su orgasmo, y en el otro extremo está un grupo de mujeres que declaran tener una falta de control sobre esto, lo cual ocurre muy rápido durante el coito, conduciendo a la incomodidad personal o de pareja. Muchas mujeres describen su incomodidad como similar a lo que un hombre puede sentir cuando tiene eyaculación precoz. Afirman que una vez que llegan al orgasmo, les resulta incómodo continuar, experimenta cambios de humor y terminan afectando a su pareja.
Aunque los orgasmos precoces pueden ser angustiantes, la incapacidad para lograr un orgasmo probable sea un problema más generalizado. Estudios han revelado que esta es la queja sexual más común entre las mujeres, especialmente las jóvenes de 18 a 30 años de edad.
A pesar de que no se considera un problema grave, se necesitan más investigaciones al respecto para determinar el alcance del orgasmo precoz femenino.