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La mayoría de los seres humanos vivimos momentos en nuestra vida en los que no nos sentimos seguros, el miedo a lo desconocido juega un gran papel en este temor. Nuestro cerebro tiende a buscar seguridad y la confianza en todas las situaciones que van surgiendo en nuestra vida, pero eso es prácticamente imposible.
Por eso, decimos que es normal sentir cierta sensación de inseguridad en algún momento, lo que es alarmante es experimentar la sensación de inseguridad constante que sufren algunas personas, esta actitud no les permite disfrutar plenamente de las cosas cotidianas de la vida. Cuando la inseguridad se manifiesta de manera recurrente, puede llegar a interferir en la manera en la que nos desenvolvemos en nuestro entorno y en las valoraciones que hacemos de nosotros mismos.
Claves para identificar a personas inseguras
Todos tenemos diálogos internos, voces que nos van condicionando. Estas voces son fruto de las experiencias pasadas y del contexto social en el que hemos crecido. Para las personas inseguras, estas voces toman tal protagonismo que llegan a ser su peor enemigo. Son voces que les cuestionan constantemente y les hacen sentir inferiores a los demás.Fuente: Pixabay / lightstargod
Las personas inseguras suelen diferenciarse por tener algunos de estos rasgos predominantes en su personalidad: -Suelen tener dificultades en el lenguaje no verbal. No mantienen la mirada durante una conversación.
-No suelen tomar la iniciativa para comunicarse con otros, sus relaciones suelen ser limitadas.
-Su posición corporal en ocasiones es encorvada.
-Se expresan en tono bajo, a veces casi inaudible y en muchas ocasiones titubean. No sienten que su opinión sea importante.
-Tienen una dificultad enorme para hablar en público.
-Les cuesta mucho decir “no”. Suelen dejar de lado sus preferencias por miedo a qué dirán los demás si dicen “no”.
-Las críticas les afectan muchísimo.
-Suelen disculparse en exceso.
-Son reticentes a abrir su círculo de amigos, les crea mucha inseguridad.
-Tienden a pensar que los demás les critican a sus espaldas.
-Temor a la hora de emprender nuevos proyectos, tienen mucho miedo a salir de su zona de confort.
-Se sienten menos valiosos y capaces que los demás.
-Sienten que estorban o están de más en la mayoría de los eventos a los que son invitados.
¿Cómo podemos tratar la inseguridad a través del Mindfulness?
La inseguridad, si no se trata de manera adecuada, puede producir timidez, angustia o aislamiento social en la persona. Por el contrario, también puede ocurrir que se desarrollen conductas de arrogancia o agresión, como es el caso de los jóvenes que practican bullying a sus compañeros. Son personas tremendamente inseguras que, mediante la presión y la intimidación de otros, obtienen el poder interior del que carecen.
Esta sensación de no sentirse bien con uno mismo tiene su origen, en muchas ocasiones, en la infancia. Haber crecido en un hogar hiperprotector, que no ha permitido que se equivocase y tomase sus propias decisiones, puede hacer que ese individuo se muestre como un adulto muy inseguro, con poca autoestima, que delegue en los demás la toma de decisiones y que no sea capaz de reconocer y disfrutar al máximo sus capacidades. Por otro lado, también haber vivido en el otro extremo, haber crecido con padres despreocupados, puede crear personas con problemas de inseguridad.
Sea cual sea el origen de la inseguridad, hay que tener en cuenta que es un problema que tiene solución. La práctica del mindfulness puede ayudar enormemente a superar la inseguridad.
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Gracias al mindfulness, las personas con inseguridad van a poder conocer y observar los pensamientos que habitan en su mente. Estos pensamientos suelen ser negativos hacia su persona y lo único que hacen es menospreciarlos ante cualquier situación a la que se enfrenten. Mindfulness les enseñará que, cuanto más intentas corregir un pensamiento, más fuerza toma. Por eso, a través de esta técnica van a experimentar que lo que aceptas, se transforma.
El aumento de la concentración aporta serenidad. Es esencial poder manejar las emociones y los pensamientos que nos acompañan durante nuestra vida, de esa forma podremos darnos cuenta de todo lo positivo que reside en nosotros. Cuando nuestros pensamientos negativos se hacen dueños de nuestra mente dejamos de ser libres y nos sentimos en desventaja respecto a los demás.
Las afirmaciones positivas son de gran ayuda
Las personas inseguras necesitan aumentar la autoestima, es decir, engrandecer la imagen que tienen de sí mismos.
Cultivar el amor hacia uno mismo juega un papel protagonista para poder brillar en la vida y para poder gozar de relaciones armoniosas y poder sacar el máximo provecho de cada experiencia. Este amor por nosotros mismos lo podemos cultivar mediante la repetición de afirmaciones. Tenemos que cuidar muchísimo lo que nos decimos cada día, repetirnos frases como “me quiero“, “me amo“, “yo valgo mucho“, “confío en mi”, “yo puedo“.
La mayoría de nosotros hemos tenido que aprender a amarnos y aceptarnos; y las afirmaciones ayudan mucho a conseguirlo. Podemos decírnoslas desde que nos levantamos por la mañana, cuando nos miramos al espejo, cuando estamos cocinando o cuando damos un paseo. Lo idóneo es aprovechar cada ratito que tengamos a solas con nosotros mismos para hacerlo.
Los pensamientos de amor hacia nosotros repercuten en la manera en la que nos mostramos a los demás y en la percepción que tienen de nosotros mismos. Cuanto más nos valoramos, más nos valorarán los demás, porque nuestra actitud ante la vida será diferente.
Como conclusión, os dejo a continuación un vídeo de Francisca Ruíz Ramírez, muy inspirador para todas aquellas personas que necesiten encontrarse. En él nos habla de que nunca es tarde en la vida para cambiar, para quererse y para poder reconciliarse con la vida.
De este modo, la meditación podrá permitirte indagar en tus pensamientos, conectar con tu yo interior y trabajar con ello aspectos tan importantes como la autoestima y la seguridad en uno mismo. Así, para ayudarte te proponemos el método Crear Salud, que no solo fomenta la práctica de la meditación en el día a día, sino también la necesidad de nutrirnos adecuadamente y llevar una vida activa.
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