El concepto de autoestima es muy utilizado en el ámbito de la salud mental, ya que está asociado con multitud de trastornos y dificultades de todo tipo. Se sabe que la autoestima no es algo que se tenga o no se tenga, no varía entre dos extremos, sino más bien entre una franja que va pasando por distintas graduaciones.
Fuente: Pixabay Cleverpix
¿A qué nos referimos cuando decimos que alguien tiene baja la autoestima? Habitualmente utilizamos este concepto de una forma algo arbitraria, puesto que no sabemos bien lo que significa en su globalidad el hecho de gozar de una buena autoestima o tener una mala autoestima. Nosotros mismos lo empleamos si nos sentimos mal, decimos que estamos decaídos y tenemos una baja autoestima.
Tendríamos primero que indagar en lo que significa la autoestima, qué engloba a este concepto, cómo afecta en nuestro día a día y, sobre todo, cuáles son las conductas y actitudes para no descuidar nuestra autoestima, para mantenerla y aumentarla siempre que podamos. Tal y como veremos a continuación todo comienza por el respeto hacia uno mismo…
¿En qué consiste la autoestima?
Este concepto es realmente complejo, ya que se emplea indiscriminadamente bajo muchas situaciones. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la autoestima representa lo siguiente:
“Estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”
Como vemos en esta definición, sería un concepto que juega un papel de gran importancia en el mantenimiento y desarrollo del bienestar, tanto físico como mental y social. Por eso, la autoestima, a nivel de salud en general cobra una gran relevancia. Además, representa un factor que ayuda a evitar situaciones de conflicto, adicción, violencia, conductas sexuales de riesgo, etc.
¿Crees que tienes una baja autoestima? Como verás está estrechamente relacionado con tu autoconcepto: con las creencias, y pensamientos que tienes acerca de ti. A través de tus experiencias pasadas y circunstancias actuales te vas creando una imagen en relación a los rasgos de tu personalidad. Esa imagen que vas creando sobre ti tiene que ver con los sentimientos, emociones y sensaciones que te diriges hacia ti mismo. Así es como aparece el autoconcepto y la valía sobre uno mismo. Tanto el autoconcepto como la autoestima interactúan entre sí y se retroalimentan.
Esto significa que la autoestima realmente no depende ni de las circunstancias ni de las demás personas. Aunque te influyan estos aspectos, tú tienes la decisión final sobre lo que piensas y crees sobre ti mismo. Es inevitable que cometas errores, que defraudes a muchas personas, y que vayas cambiando; rompiendo con muchas de las expectativas que otras personas tenían sobre ti. Todo esto forma parte de tu experiencia y tu desarrollo; y solo a través de la aceptación la comprensión y en definitiva el respeto, puedes adoptar la actitud más favorable para tu autoestima. Ya no vale como excusa – Tengo baja la autoestima por cómo se comportaron conmigo.
El respeto por uno mismo
Y ¿por qué el respeto por mí mismo es tan importante para mi autoestima? Te habrás preguntado. El respeto es, sin lugar a dudas, un componente esencial. Ya que gracias al respeto que vayas adquiriendo acerca de ti mismo, tu forma de pensar y sentir irá adaptándose a las circunstancias que vives. Siendo así capaz de comprenderte y aceptarte a pesar de los errores, las dificultades y los tropiezos. No te hablamos de que tienes que ser muy permisivo contigo, sino que en vez de criticarte, te observes y aprendas de cada experiencia. Machacarte nunca será una buena solución…
Como vemos el respeto, en gran medida, también tiene que ver con el amor incondicional. Una vez que vas logrando aceptarte por cómo eres, te aceptas bajo todas las circunstancias, asumiendo y responsabilizándote de las consecuencias de tus actos, sentimientos y emociones. Eres más consciente de tus elecciones, sabes que todo implica unas consecuencias que puede ser tanto positiva como negativa, en todo caso formará parte de tu andadura.
Que te respetes implica muchas cuestiones; entre ellas: que aprendas a valorarte, a aceptar las cosas buenas que te suceden y sentirte también merecedor de ellas. Implica por lo tanto una actitud positiva hacia ti mismo. Como hemos dicho anteriormente el valor que tú te des depende tan solo de ti mismo. Si dejas que tu autoestima dependa de las demás personas, entonces experimentarás un vaivén agotador, con lo que nunca lograrás equilibrarte.
Afirma tu propio valor personal, comprometiéndote, responsabilizándote y actuando de forma congruente. Procura no contradecir tus compromisos, promesas y propios valores. Si eres fiel a lo que piensas y lo que crees tendrás más facilidades para respetarte y valorarte. Y, por supuesto, recuerda que eres un ser humano único, no compares tu valía con la de los demás, ni te creas superior, puesto entonces caerás en la trampa de la competitividad destructiva. Solo comparate contigo mismo y lo que eres capaz de ir dando, para ir mejorándolo superándote a ti mismo.
La religión de todas las personas debería ser la de creer en sí mismos.
Jiddu Krishnamurti
En definitiva, como habrás podido comprobar la autoestima y el respeto hacia ti mismo van unidos. Si quieres tener una buena autoestima, basada en tu confianza, autoconcepto y sentimiento de valía, es imprescindible que en tus actos cotidianos aprendas a respetarte y a aceptarte. Afortunadamente depende de ti, y por eso puedes elegir gozar de una buena autoestima.
Así, una de las formas de trabajar la autoestima es a través de la meditación, tal y como propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que para respetarnos a nosotros mismos debemos aprender a aceptar e identificar nuestras emociones, y la meditación es un medio ideal para conseguirlo. Pero, además, este método no solo nos enseñará a meditar, sino que también nos proporcionará algunas claves para nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Herramientas como la app Siente que puedes descargarte aquí te ayudarán a practicar la mediación en tu día a día. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, mejorar el autoestima y, de paso, ser más feliz.
Fuente: este post proviene de Crear Salud, donde puedes consultar el contenido original.
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