Utilizaremos la respiración, tomando conciencia de inhalar el sufrimiento, y lo exhalamos en forma de comodidad y bienestar.
La magia de esta meditación reside en que en cada inspiración invertimos nuestra tendencia a resistirnos a la experiencia que consideramos desagradable o inadecuada. Al inspirar de manera consciente el dolor, la resistencia cesa, la aceptación ocurre. Al dejar de luchar por no sentir el sufrimiento, al llevarlo hacia adentro, el sufrimiento “curiosamente” se va diluyendo.
” en cada inspiración invertimos nuestra tendencia a resistirnos a la experiencia que consideramos desagradable”
Esta meditación nos ayuda a aumentar nuestra capacidad para permitir integrar y liberar sentimientos desagradables.
Una de mis mejores amigas tenía dificultades en la relación con su hijo, le recomendé esta meditación y me dijo que había sido muy sosegadora, ya que le ayudaba a permanecer serena y en calma, cuando su hijo, en floreciente adolescencia le pedía cosas a las cuales ella le costaba poner límites. Me explico que inhalaba su rabia y su impotencia, y que exhalaba amor hacia su hijo. Su amor hacia él la inducía a sentirse fuerte para desde la serenidad establecer los límites y mantenerse firme en su conducta, cosa que fue mejorando la relación entre ambos.
La compasión es desear que el prójimo y uno mismo nos liberemos del sufrimiento.
Gracias por leerme y escucharme,
Mentxu da Vinci
Coaching para la Armonía de la mujer
Te ayudo a sacar la mejor versión de ti misma, te ayudo a crear hábitos saludables en tu Vida
Fuente: “El poder del Mindfulness” de Christopher K. Germer