Si estamos atentos a las indicaciones, la vida nos va diciendo "por aquí sí" "por aquí no". Las propias circunstancias nos van diciendo si el camino iniciado tiene futuro, tiene recorrido o se trata sólo de un absurdo empeño nuestro. Los proyectos, las situaciones, las personas,? van apareciendo y encajando para ir llevándonos. ¿Te has preguntado cuántas circunstancias tuvieron que darse para que terminaras en tu trabajo, en tu localidad, en tu vivienda, con tu pareja?? Seguro que muchas.
¿Cómo saber en si un camino tiene recorrido? Observa tu sentir y los acontecimientos que los rodean. Si son siempre los mismos es que no tiene salida. La vida es cambio, movimiento, estás en constante evolución y nosotros somos parte de ella. Así que si te sientes estancado, si siempre sientes lo mismo, es que no tiene futuro. Quizás has de adoptar una actitud distinta, enfocarlo de un modo distinto o quizás has de girar sobre ti mismo y abandonar ese camino para tomar otro.
Si observamos con humildad y honestidad, somos capaces de ver qué vías tienen vida y cuáles no. Humildad para reconocer que quizás estemos equivocados y soltar nuestras creencias o empeños. Honestidad para no engañarnos a nosotros mismos con excusas bellamente adornadas.
Observar nuestro sentir. Allí donde sentimos conflicto, tensión, presión,? es que ese camino no es el adecuado o lo estamos enfocando de manera equivocada. La no paz es la señal más clara para detectar que nos estamos equivocando. Observando de esta manera la vida, ésta se convierte en esa gran maestra que nos va guiando por dónde hemos de ir.
Como decía Gandhi… "La paz es el camino".