Hace poco pasé frente a ese banco ¿Cómo no detenerse ante una frase así? Cada día son más las obligaciones que nos asaltan…pero ¿te has parado a pensar si respetas tu tiempo? ¿Vivimos o estamos muertos en vida? Podemos darlo todo por otros, pero cuando es para nosotros “ups!!! nooo!!! Qué va, qué va!!! No tengo tiempo!!! uff!! Con todo lo que tengo que hacer“…y seguimos cargando y cargando haciendo uso de toda nuestra energía. Hacer uso de nuestro tiempo: algo tan necesario para no caer en el agotamiento, en la apatía y convertirnos en un robot más de esta sociedad. Tan necesario para la salud de un@ mism@ y que no nos lo permitamos por sentirnos culpables. Y así vamos por la vida, hasta que un día nuestro cuerpo, harto de ser maltratado, nos dice a gritos : ¡BASTA! ¡NI UN MINUTO MAS! Basta un simple resfriado para bajar el ritmo y comprobar que el mundo gira igual. Ante todo ello me pregunto… ¿acaso es necesario llevarnos a esos extremos?
No te abandones, tú también te necesitas. Hazte un hueco en tu vida, dedícate tiempo para desconectar de todas esas obligaciones diarias. Pasea, medita, lee, suelta durante unos minutos todas esas obligaciones, preocupaciones… con ello también enseñarás a los que te rodean. Hagamos de ese tiempo un hábito, permitámonos un respiro para recargar esa energía que derrochamos a lo largo del día. En poco tiempo comprobarás que es tan beneficioso para ti como para los que te rodean. Renuévate día a día y verás la vida con ojos claros. Salud.
Bea Romero.