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Hacer deporte en familia se ha convertido en una necesidad en nuestros días. Tanto la mayoría de nosotros, adultos, como los más pequeños de la casa, llevamos un estilo de vida caracterizado por el sedentarismo. Podríamos echar un vistazo a la rutina de muchas familias desde que comienza su día, para darnos cuenta de que dedicar un rato de nuestro día a ejercitarnos es muy recomendable y si lo hacemos en familia ¡más aún!
Familias sedentarias
Cada vez son más las familias que llevan a sus hijos al colegio en coche o en transporte público. Los niños pasan largas jornadas sentados en las aulas y salvo la media hora del recreo y la clase de educación física, no tienen muchas oportunidades para gastar toda su energía. Después del colegio, muchos de esos niños acuden a clases extraescolares en las que algunos de ellos continúan sentados, tales como idiomas, ajedrez, pintura… Aunque hay otros que practican deportes. En muchos casos, nuestros hijos no tienen demasiados ratos libres, es por eso que cuando llegan a casa lo que les suele apetecer es sentarse en el sillón a ver la tele, o ponerse a jugar un rato a algún videojuego.
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Estas rutinas infantiles, en muchas ocasiones por falta de tiempo de sus padres, van acompañadas de comidas con altos niveles de azúcares, sal y grasas. Si a esto le sumamos la escasa actividad física que realizan estos niños, nos encontramos de lleno con un gran problema de nuestra sociedad, la obesidad infantil. En este artículo, puedes ampliar información sobre la importancia de introducir una alimentación equilibrada a cualquier edad.
Si echamos la vista atrás y comparamos cómo era nuestra infancia, seguramente comprobemos que era más sencilla, con más tiempo para jugar, estar al aire libre y gastar la energía acumulada durante el día. Por eso es necesario romper con la rutina desbordante y reservar un tiempo para que la familia practique deporte juntos.
Muchos de nosotros trabajamos sentados, o realizamos trabajos que requieren poca movilidad, no caminamos demasiado, las jornadas laborales son largas y cuando llegamos a casa tenemos ganas de descansar.
¿Qué beneficios tiene el ejercicio físico?
Realizar una rutina física, sea a la edad que sea… Fortalece los huesos.Ayuda a evitar el exceso de peso.
Hace que se desarrollen la fuerza y la flexibilidad.
Aumenta la agilidad.
Mantiene alejados los dolores musculares que surgen con el sedentarismo.
Relaja, hace que los pequeños cojan la cama por la noche con verdaderas ganas.
Ayuda a que los niños puedan concentrarse más fácilmente. Algo muy positivo, sobre todo, en épocas de exámenes.
Reduce la posibilidad de contraer enfermedades cardiovasculares, diabetes…
Ayuda a fortalecer los lazos familiares y de amistad. Realizar ejercicio físico en familia une mucho. El ejercitar nuestro cuerpo libera endorfinas, somos más felices y eso mejora la relación entre los distintos miembros. También ayuda a que estemos más relajados y los conflictos pueden experimentarse más desde la calma que desde la energía contenida por falta de actividad física.
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Aunque tengamos poco tiempo, hay pequeños detalles y gestos que podemos empezar a incorporar en nuestro día a día, como por ejemplo caminar más y dejar el coche más veces en casa, programar paseos en familia, renunciar al ascensor siempre que podamos y subir escaleras, participar juntos en las tareas cotidianas del hogar o bailar.
¿Cómo podemos empezar a ser más activos?
Conviene que comencemos poco a poco, como todo en la vida, mejor empezar con intervalos de tiempo cortos e intensidades bajas para poco a poco ir aumentando la actividad. Está establecido que el tiempo mínimo que deben emplear niños y adolescentes en realizar una actividad física diaria debe ser de 1 hora. Para las personas adultas, el mínimo debe ser media hora diaria.
Con nuestro ejemplo influimos en la conducta de nuestros hijos, igual que decía el famoso eslogan “Si tú lees, ellos leen”, si los padres y madres realizan ejercicio de manera habitual ellos también lo harán.
Es muy positivo explicarles a nuestros hijos que hacer deporte es muy bueno y necesario para nuestra salud. Así como todos los beneficios que obtendrán si lo practican asiduamente. Hay pequeños detalles que pueden ir orientando a la familia en la práctica del deporte:
Elegir, siempre que se pueda, la opción de ir caminando al colegio, a hacer recados, a las actividades cotidianas e incluso a casa de amigos y familiares.
Puedes proponer actividades para realizar juntos que sepas que les va a apetecer, ahí está la clave, que se sientan partícipes de las decisiones. Cualquier actividad que implique movimiento es buena, puede ser jugar al fútbol, bailar, patinar, montar juntos en bicicleta, ir a nadar a la piscina en invierno, hacer rutas por la montaña, etc.
Si tienes que hacerles un obsequio, estaría genial elegir material para realizar algún deporte, es una manera de animarlos a estar más activos, pueden ser bicicletas, balones, raquetas, frisbee, cometas, cuerdas para saltar…
Aprovechemos todas las ocasiones que se presenten para hacer deporte en familia, las fiestas familiares, los cumpleaños, los fines de semana y las vacaciones, son momentos estupendos para programar actividades al aire libre.
¿Qué debemos tener en cuenta?
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Es necesario que utilicemos las medidas de protección y seguridad oportunas para cada deporte minimizando así el riesgo de accidentes. Por ejemplo, si montamos en bici imprescindible llevar casco y aconsejable llevar protecciones.
Si vamos a realizar actividades al aire libre es necesario evitar las horas de más calor en verano, protegernos del sol y llevar ropa y calzado apto para la actividad que estemos desarrollando.
Llevar siempre agua, es muy importante que todos nos mantengamos hidratados en todo momento. Tampoco está de más llevar fruta o algún snack por si con tanto desgaste les entra hambre a los pequeños.
Respetar en todo momento su ritmo y su capacidad, mejor ir poco a poco que intentar hacer mucho de golpe la primera vez que nos dispongamos a hacer cualquier tipo de actividad. Con esto también trabajaremos la paciencia, algo muy importante a desarrollar para el resto de nuestra vida.
No debemos fomentar la competitividad, debemos apoyarles para que sean más activos y disfruten al realizar deporte en familia, es mejor enseñarles a ayudar a los demás que a competir. ¿A qué esperas para empezar a hacer deporte con tu familia?