Cuando se pide consejo sobre que deporte practicar para mejor la salud, la recomendación por excelencia suele ser la natación, ese deporte en el que prácticamente trabajas todo el cuerpo de un golpe ahorrándote inconvenientescomo los impactos que tienen que soportar tus articulaciones en cada contacto cuando sales a correr y que pueden acabar por generar lesiones.
Como deporte aeróbico, el gran beneficiado va a ser nuestro corazón, que gracias a estar trabajando continuamente se volverá más fuerte y bombeará con más potencia, lo que se traducirá que cada vez tendrá que dar menos latidos para bombear la misma cantidad de sangre por nuestro organismo, haciéndonos mucho más resistentes.
También se fortalecerán nuestros pulmones, que al igual que el corazón, serán capaces de captar más aire con menos gasto energético, lo que supondrá que nuestra respiración será mucho más eficiente y conseguiremos bajar la frecuencia respiratoria, especialmente sin nadamos a crol que es el estilo que más los exige.
También nuestra musculatura se va a ver beneficiada, ganando en flexibilidad, fuerza y resistencia que también vendrá acompañada de mejora en nuestros tendones y articulaciones, y también en los huesos, que también ganarán en resistencia ante posibles golpes en otro lugar.
Como se puede ver, este deporte a nivel fisiológico es una pequeña revolución positiva y además viene acompañado de muchísimos beneficios a nivel psicológico, ya que realizar actividad física por el mero hecho de disfrutar de un rato de desconexión de nuestra rutina diaria nos ayudará a reducir fuertemente el estrés, aparte de mejorar nuestra felicidad y ofrecernos muchas más posibilidades de socialización en un ámbito, en el que se ha demostrado que estar en bañador, acorta y elimina las barreras socio-económicas facilitando la comunicación y creación de nuevas amistades.
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