Como decíamos, en las dietas para el control de peso a veces te limitan la ingesta de carbohidratos de rápida absorción que es lo mismo de índice glucémico alto.
¿Pero cuál es la clave de todo esto? El almidón resistente, cuando cocinamos por ejemplo un arroz o unas patatas… el almidón se hace muy biodisponible, lo absorbemos de manera muy rápida por las enzimas, lo que se denomina gelatinización.
Pero podemos cambiar parte de esta acción de manera muy sencilla, ¡cómo! Pues permitiendo que estos alimentos se enfríen y si es necesario volver a recalentar. Lo que se denomina como retrogradación del almidón, las enzimas no son capaces de digerirlo con tanta facilidad. ¿Qué obtendremos?
- Reduce los niveles de inflamación y riesgo de cáncer de colon
- Es beneficioso para patologías de intestino grueso como colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, diverticulitis, diarrea y estreñimiento
- Mejora la absorción de minerales en la dieta
- Mejora la sensibilidad a la insulina, que es la capacidad de tu cuerpo de responder a las subidas de azúcar
- Este efecto se puede prolongar a la siguiente ingesta
- Produce una mejora de la sensibilidad de la insulina de entre el 33 y el 50%
- Aumenta la sensación de saciedad y ayuda a controlar la cantidad de comida
Espero que te haya ayudado la información, ¡hasta la próxima!