Hoy vamos a dar una pequeña pincelada sobre la importancia de la nutrición en el paciente oncológico, así como de la importancia que tiene la incorporación de especialistas en nutrición para prevenir y tratar el deterioro nutricional que sufre el paciente.
Ante todo, a ciencia cierta no es un proceso fácil que digerir esta enfermedad, pero sí se sale y es una lucha que sí se puede ganar.
Tenemos que partir que la pérdida de peso y malnutrición se asocia a un peor pronóstico oncológico y peor calidad de vida.
El paciente se puede desnutrir por varios motivos, hábitos poco saludables que lleve, como por los tratamientos oncoespecíficos que pueden afectar.
Otra de las causas importantes y los profesionales debemos evitar es la caquexia (se caracteriza por la pérdida de masa muscular con o sin pérdida de masa grasa) caracterizado por un proceso inflamatorio que lo provoca el propio tumor promoviendo el aumento de citoquinas y factores metabólicos, que básicamente lo que produce es pérdida de apetito y aumento de gasto energético en reposo.
Otro de los factores importantes que se deben tener en cuenta a evitar es la sarcopenia (pérdida degenerativa de masa muscular)
Como idea clave para resumir, se debe evaluar la masa grasa, muscular y de fuerza con la disminución de la ingesta, alteraciones metabólicas, inflamatorias para detección de la caquexia en fase precoz.
Realizar un buen cribado nutricional, historia clínica y dietética al paciente oncológico, nos evitaremos un riesgo nutricional que nos dará un mejor pronóstico en todo el proceso sin lugar a dudas. Tenemos que tener en cuenta que la pérdida involuntaria de > 10% es un indicador de desnutrición, en un tiempo aproximado de 6 meses.
Espero que estas mínimas pinceladas os hayan podido aportar un poco de información a esta enfermedad, en lo que la valoración nutricional refiere.