Los calambres se deben a la contracción involuntaria de un músculo de manera que el músculo se tensiona (contrae) sin que queramos hacerlo.
Los principales minerales involucrados en el desarrollo de un calambre son el sodio, el magnesio, el calcio y el potasio. Pero estos no son los únicos nutrientes relacionados con este problema muscular; las vitaminas B1 y B3, o incluso la vitamina D y la E han demostrado su influencia.
Otros factores asociados a los calambres musculares son:
el esfuerzo excesivo
exposición a un clima cálido o frío
un nivel bajo de azúcar en sangre
¿Qué podemos hacer en el momento de sufrir el calambre?
Estirar suavemente el músculo. Éste es el método más rápido y sencillo de aliviarlo. Estirar el músculo contraído reducirá la presión sobre el músculo, manteniendo el estiramiento hasta que desaparezca el calambre.
Aplicar hielo envuelto en un material blando. Esto se puede hacer mientras se realiza el estiramiento, para adormecer la zona y para que aumente la circulación al retirar el hielo.
Masajear suavemente el músculo.
¿Cómo podemos prevenirlos?
Hidratarnos, aportando sales minerales. Al sudar no sólo pierdes líquido, también pierdes minerales como el sodio, de ahí el sabor salado del sudor y potasio principalmente, y algunas vitaminas como la C.
Puedes hidratarte con bebidas isotónicas comerciales, pero yo recomiendo preparar bebidas basadas en zumos de frutas, miel y sales, como las que presento en este post que aportan todos estos elementos.
Alimentos ricos en Vitamina E, es una vitamina antioxidante elimina los radicales libres se acumulan en los músculos agotados por el esfuerzo y pueden causar los calambres. Una de las mejores fuentes de vitamina E es el aceite de germen de trigo, también el aguacate, el aceite de oliva, y los frutos secos como las nueces.
Magnesio, este mineral relaja los músculos y ayuda a evitar calambres, lo encuentras en el arroz integral, los plátanos, las legumbres, la soja, los aguacates y la avena.
Potasio, el plátano es un alimento rico en potasio, y es que es una buena fuente de este mineral necesario para la contracción muscular y la transmisión de los impulsos nerviosos. Otras buenas fuentes de magnesio son las pasas, las patatas, las ciruelas y la mayoría de las frutas y verduras. Una solución perfecta, y muy saludable es este batido
Calcio, este mineral no sólo mantiene los huesos fuertes, también ayuda a absorber el
magnesio que se encarga de relajar la musculatura. Un vaso de yogur natural al día o de leche
es la mejor forma de prevenir calambres, aunque hay otros alimentos que aportan aún más calcio, como el sésamo o las semillas de chía (puedes verlos todos en este post).