Causas
Entre los muchos motivos están:
Niveles de potasio y sodio bajos. Si realizáramos cualquier deporte en éstas condiciones, podríamos sufrir calambres musculares.
Entrenar sin ingerir líquidos en cantidad, nos hace propensos a sufrirlos.
Estar sometidos a climas muy cálidos o muy fríos
Hipoglucemia, niveles de azúcar bajos en sangre.
Esfuerzos excesivos y sostenidos en tiempo. Ejercicios de intensidad moderada puede implicar que los músculas sufran éste tipo de contracciones espontáneas.
Los cólicos menstruales ocurren cuando las paredes del útero se contraen con fuerza.
La diarrea puede estar asociada con dolor tipo cólico, ya que los músculos dentro de la pared del colon producen un espasmo justo antes de tener el movimiento intestinal acuoso.
Los músculos que rodean al esófago pueden experimentar espasmos cuando se produce irritación por la enfermedad de reflujo gastroesofágico.
Causas derivadas por otras patologías:
Cuando los cálculos renales tratan de pasar a través del tracto urinario, los músculos lisos que se encuentran en las paredes del uréter producen espasmos rítmicos y causan dolor significativo. A menudo este tipo de dolor se asocia con náuseas, vómitos y se conoce como cólico renal.
La aterosclerosis o estrechamiento de las arterias (enfermedad arterial periférica) puede dar lugar a espasmos y calambres musculares, igualmente por el suministro insuficiente de sangre y nutrientes hacia los músculos.
El dolor crónico de cuello y de espalda puede provocar espasmos musculares recurrentes que involucran grupos de músculos grandes como lo que conforman el tronco, incluyendo cuello, pecho, espalda superior y región lumbar. Los espasmos en estos músculos pueden ser el resultado de una lesión o se pueden desarrollar con el tiempo debido a los cambios artríticos en la columna vertebral.
Las enfermedades sistémicas como la diabetes, la anemia, las enfermedades renales y de tiroides y otros problemas hormonales también son posibles causas para los espasmos musculares.
Enfermedades del sistema nervioso, como la esclerosis lateral amiotrófica, la esclerosis múltiple o una lesión de la médula espinal, se asocian con los temblores.
Las arterias coronarias que irrigan el músculo cardíaco también tienen músculo liso dentro de sus paredes y pueden provocar espasmos. Esto suele causar un dolor en el pecho que se confunde con el dolor de la enfermedad arterial coronaria.Esto suele ser común en personas fumadoras, que tienen altos niveles de colesterol en sangre, que padecen de estrés o atraviesan un estado de abstinencia por consumo de alcohol o drogas estimulantes.
Acerca de los espasmos nocturnos | Mioclonias
Al fenómeno de los espasmos al dormir también se le conoce como espasmos mioclónicos. Se trata de una mioclonía benigna que afecta al 50-70% de la población. Una mioclonía es un movimiento espontáneo de contracción o relajación de un músculo o grupo de músculos. No todas son malignas. Como por ejemplo, el hipo: se produce por una contracción involuntaria del diafragma.
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Algunos llaman a los espasmos mioclónicos sacudidas hipnagógicas porque normalmente se producen en una etapa del sueño con un nombre un poco feo y difícil: la etapa hipnagógica. Esta etapa del sueño es la etapa de tránsito entre la vigilia y el sueño.
Cómo evitar los calambres musculares
Al primer signo de calambre muscular, se recomienda suspender la actividad. Debemos estirar y masajear el músculo contraído para reducir la presión y aliviar el dolor, aunque es algo que hacemos de un modo inconscientes al empezar a sentir el calambre. El calor nos puede ayudar a relajar el músculo cuando el espasmo comienza, pero aplicar hielo también puede ayudarnos cuando el espasmo va perdiendo fuerza.
Si vamos a realizar algún esfuerzo físico (deporte por ejemplo) debemos aumentar la ingesta de líquidos, eso ayudará a que no aparezcan.
Pero si sufres calambres musculares con regularidad, sientes dolor, siguen reapareciendo o no desaparecen con los estiramientos, es recomendable consultar al médico y acudir a un fisioterapeuta.
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