1. Es muy importante acudir a hacer la compra sin hambre, si no, elegirás alimentos poco apropiados con más grasas y calorías y caerás en tentaciones como la bollería. Lo mejor es ir a la compra tras el desayuno o la comida, pero si no puedes, tómate una manzana o cualquier otra fruta media hora antes de acudir a la compra.
2. Haz siempre una lista con los alimentos que necesitas, ir directamente a por aquello que necesitas te ayuda a no comprar cosas innecesarias, que además suelen ser caprichos con alto contenido calórico.
3. En el supermercado evita pasar por las zonas de alimentos poco convenientes, como bollería, chocolates, bebidas alcohólicas, aperitivos… Muchas veces compramos por los ojos y si no los ves será más difícil caer en la tentación.
4. En tu lista de la compra siempre tienes que incluir muchas frutas y verduras. Te aportan los nutrientes esenciales para el organismo, tienen pocas calorías y te sacian.
5. Sustituye los alimentos refinados por integrales como el pan, pasta, galletas… al tener mayor contenido fibra te sacia más y facilita el proceso digestivo. Además de aportar más vitaminas.
6. Al hacer la compra no te olvides de los postres como queso fresco o yogures, que siempre son más saludables que otro tipo de postres como natillas o bollos.
7. No olvides leer las etiquetas de los envases, comprobarás que hay una diferencia abismal de contenido calórico entre distintos tipos de alimentos, de hidratos de carbono o de azúcares.
Como ves, estos consejos son muy fáciles de aplicar, así que no se te olvide ponerlos en práctica la próxima vez que tengas que ir a hacer la compra y no te pierdas este vídeo:
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