Con la publicación en el pasado mes de noviembre del Real Decreto (finalmente se ha establecido un periodo de transición para la aplicación de la norma, que no será efectiva hasta el próximo 1 de Marzo) que prohíbe las aceiteras rellenables en restaurantes y otros establecimientos hosteleros, se ha generado un intenso debate en el sector hostelero, ya que la norma traerá consigo unos mayores costes y un mayor número de residuos. La filosofía de este Real Decreto se basa en el etiquetado de todo aquel aceite que se ponga a nuestra disposición en cualquier establecimiento hostelero y en que todo aquel envase que contenga aceite deberá ser irrellenable. Hemos comprobado personalmente el correcto etiquetado, pero ¿son irrellenables realmente algunos envases?.
Hoy nos hemos puesto a comparar dos tipos de envases que están adaptados a la nueva norma: Recipientes monodosis de 20 ml y botellas de vidrio de 250 ml.
De las monodosis no hay mucho que contar, cumplen con el etiquetado y sirven para un solo uso. Tienen el inconveniente de ser poco respetuosas con el medioambiente, pues conllevan una mayor generación de residuos.
Por otro lado, las botellas de vidrio pueden utilizarse un mayor número de veces y su etiquetado también es el correcto, pero ahora viene el "pero": estos envases constan de una pieza plástica en el cuello que tiene por misión evitar que podamos rellenar la botella. El problema es que esta pieza se puede retirar fácilmente empleando un cuchillo o cualquier otro utensilio que permita tirar de la misma hacia arriba, pudiendo rellenar fácilmente con aceite que nada tiene que ver con el original. Puedes comprobar en la siguientes fotos como, una vez retirada la pieza plástica, el cuello del envase queda libre y con ello se está dejando una puerta abierta al fraude, dejo a cada cual sacar sus propias conclusiones.
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Y tú, ¿con qué envase te quedas?. Comenta, comenta...
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