El envejecimiento es uno de los temas que más nos cuesta aceptar en la vida. Sin embargo, cumplir 80 años, por ejemplo, es un regalo desde múltiples perspectivas. ¿Cuáles son las ventajas de llegar a esta etapa vital?
Un tiempo que otros no han podido vivir
Es cierto que la esperanza de vida ha aumentado de forma notable en la sociedad hasta superar los 80 años en el caso de las mujeres. Sin embargo, también es cierto que más allá de ese dato estadístico, todavía mueren muchas personas jóvenes. Personas que se han quedado a mitad de camino de ese sueño de envejecer. Solo tienes que mirar a tu alrededor para comprobar y sentir la tristeza de estas ausencias prematuras.
Experiencia de vida
El legado de la experiencia, tan valorado desde la sabiduría, es un conocimiento de vida que acompaña a la edad. Ningún joven puede competir en sabiduría vital con alguien que observa la vida desde el paisaje de la madurez. Por tanto, llegar a mayor te permite tener más conocimiento sobre los temas trascendentales de la vida.
Tiempo libre
Muchas personas mayores aprovechan el periodo después de la jubilación para emprender planes que no han podido llevar a cabo con anterioridad por falta de tiempo. Por ejemplo, estudiar en la universidad, viajes, cine, teatro… La jubilación te posiciona ante un escenario en el que quieres ser feliz de verdad y además te concedes el derecho de ser el protagonista único e irrepetible de tu propia vida.
Descanso
El trabajo está condicionado por tantas exigencias y responsabilidades que el descanso del retiro laboral de la tercera edad está asociado con la libertad personal de no estar condicionado por los horarios de oficina que en tantos casos pueden ser tan duros como muestra el trabajo a turnos. Eso no significa que la persona mayor caiga en el plano de la inactividad ya que muchas personas colaboran como voluntarias en iniciativas sociales y otras cuidan a sus nietos durante algunas horas por semana.
Juventud de espíritu
Muchas personas mayores son un ejemplo real de que más allá de las arrugas del plano físico, la mente sigue radiante en juventud gracias al recuerdo activo, el razonamiento, la creatividad y las inquietudes propias de aquellos mayores que forman parte de este tiempo que les ha tocado vivir. Un ejemplo de juventud en la tercera edad es la lección de aquellas personas que han asimilado con total naturalidad el proceso de transformación digital.
Ver crecer a los nietos
La vejez te permite pasar por todas las etapas de la vida pero, también, ver cómo las personas de tu alrededor avanzan de forma incondicional hacia la madurez. A lo largo de la vida son muchas las personas que conoces. Y gracias a la edad, puedes observar también las vivencias de esos seres queridos que te rodean de forma más o menos permanente.
Ojalá que la vida te regale el poder del tiempo como un talismán de suerte.