El movimiento es salud en todas las edades.
Las personas de la tercera edad que sufren de osteoartritis se benefician al aumentar la actividad física, además de ser una forma para controlar el peso corporal.
Beneficios del ejercicio en la tercera edad
Tener sobrepeso no solo aumenta la posibilidad de sufrir osteoartritis, sino que también empeora la tensión en las articulaciones de carga como cadera, rodillas y columna baja, que de por sí pueden estar afectada por la enfermedad. Por lo tanto es importante que aumente su nivel de ejercicio para controlar los kilos si tiene osteoartritis.
* Ejercicios como los que implican estiramiento ayudan a aumentar la flexibilidad, y reducir la rigidez, manteniendo las articulaciones en movimiento.
* Los ejercicios de fortalecimiento que también deben ser regulares ya que ayudan a mantener o aumentar la fuerza muscular y la densidad ósea. Los músculos fuertes ayudan a mantener estables las articulaciones.
* El ejercicio cardiovascular también ayuda a bajar de peso.
Es importante recordar que la gimnasia en la tercera edad debe ser supervisado por médicos y fisiatras para que realice una evaluación y programe la actividad física adecuada para usted.
¿Dónde consultar? En los centros de día para mayores en Madrid se organizan actividades para personas mayores como fisioterapia cardiaca y respiratoria, programa de mantenimiento de la marcha, fisioterapia en la enfermedad de Parkinson, hemiplejias, programa para patologías osteo articulares.
Ejercicios para mejorar la movilidad y el rango articular.
Tonificación de miembros superiores e inferiores.
Fortalecimiento de los diferentes grupos musculares.
Trabajo de la marcha, paralelas, inicio de la deambulación, disminución del riesgo de caídas.
Ejercicios para mejorar el control postural y esquema corporal.
Siempre se comienza de forma gradual ya que las articulaciones podrían estar rígidas.
La gimnasia en el agua como la natación es buena particularmente para personas con artritis ya que el agua soporta el peso del cuerpo cuerpo. Ejercicios de bajo impacto como caminar o tai chi son suaves para las articulaciones y fáciles de incorporar a la vida diaria. Otra opción ejercitarse en el agua, esto reduce la tensión en las articulaciones, mantiene la flexibilidad y fortalece los músculos, además de ayudar a controlar el peso corporal.
El objetivo siempre es mantener o aumentar la capacidad motora y física para mejorar la motricidad a través de sesiones de rehabilitación programadas.
¡A ponerse en movimiento!