Estas claves las puede aplicar y se pueden aplicar a cualquiera desde un líder en una organización hasta una mamá con sus hijos, o incluso con tu jefe.
Si no sabes cómo dar feedback no saques el látigo, seguro que nadie te ha enseñado y "nadie nace aprendido", como dice mi madre. aunque son todas las que están no están todas las que son, así que prometo una segunda parte.
1. Esperar el momento adecuado. Si estás enfadado espera a enfriarte y ser capaz de hablar con tranquilidad, ya que no serás objetiva.
2. El Feedback no son sólo críticas. Acostumbra a dar tu opinión del trabajo de los demás dando 3 o 4 opiniones reforzadoras, positivas, motivadoras por cada negativa. Si ves que el destinatario del feedback o tú estáis estresados te puede ayudar esta entrada. He visto a muchos jefes míos dar a otros o a mí un feedback malísimo.
3. Recuerda cuál es la finalidad que persigues: echar la bronca o que la persona cambie algo. La crítica descarnada y frecuente produce rechazo instantáteo.
Si tienes dificultad en decirlo practica delante de un espejo.
Otra opción es plantearlo como una duda: ¿me estaba preguntando y quería saber qué piensas si además de haber explicado…. hubieras dado una hoja con el esquema para quienes somos un poco más visuales…¿cómo crees que había resultado?
Este tipo de técnica no la podemos usar con todo el mundo, si es alguien dado a defenderse o no acoger bien las sugerencias o las críticas, con quienes tendrás que ser un poco más contundente.
4. Refuerza los puntos positivos siempre. Recompensa el esfuerzo, no el resultado, a veces éste depende más de la suerte que de otra cosa.
5. Usa historias personales, recuerda alguna vez en que hicieras algo igual o parecido, y métete dentro de la historia tanto como puedas, hará que la otra persona te escuche con empatía, y por tanto esté más dispuesta a escucharte.
6. Empieza por lo positivo, cosas que haya hecho bien y quieras reforzar, pero tampoco te pases, la razón es vencer la resistencia que puede tener la persona ante el feedback negativo. Como dice Mary Poppins “con un poco de azúcar esa píldora que os dan pasará mejor”.
Busca qué es lo mejor que ha hecho la persona en ese caso y cómo lo ha hecho, puedes simplemente describirlo.
No digas sólo lo que hizo, manifiesta opinión: me gustó como explicaste cómo realizar el proceso de selección, fuiste muy clara al explicar los posibles problemas que se pueden presentar y quienes estábamos allí lo entendimos claramente. Fue muy hábil la exposición de las distintas posibilidades y transmitiste la información de forma amena, agradable y además me pareció brillante lo completa que fue la exposición en tan poco tiempo, creo que podíamos tener un día una charla con los demás compañeros para que les expliques cómo lo has hecho…
7. Aprende de ti mismo. Habla despacio y observa la reacción de la persona, si ves que necesita más refuerzo te permitirá hacerlo. Recuerda que se trata de reforzar la autoestima y motivación de la persona y que desde ahí cambia algo de lo que hace.
8. Espera a estar tranquilo. Si estás enfadado o irritado no vas a pensar con la misma claridad que si estás tranquilo, y por tanto no vas a exponer la información tan eficientemente como querrías. Por tanto espera a haberte enfriado un poco antes de que digas algo de lo que te puedas arrepentir y una vez dicho no haya marcha atrás.
9. Sé muy específico acerca de qué es lo que la persona debe cambiar, si no, puede que pase desapercibido, en este artículo se comenta cómo un feedback demasiado positivo seguido de la parte negativa un poco vaga puede hacer que la persona sólo oiga lo positivo. Salvo excepciones.
10. Usa palabras positivas y generalizaciones positivas: nunca, siempre y pero se deben evitar en la medida de lo posible. Requiere cierta práctica hacerlo, porque tenemos tendencia a hacerlo de manera inconsciente.
Prueba a grabarte dándole tu opinión y escucha qué partes puedes mejorar, no te obsesiones, no pasa nada por decir algún pero, pero cuantos menos mejor, ten en cuenta que cuando estamos a la defensiva somos más susceptibles a la información negativa que a la positiva, así que cada uno de los “peros” será escuchado cinco veces más alto que los “y”.
11. Siempre en privado. No creo que necesite explicación el porqué, pero te diré que una vez en unos grandes almacenes un jefe le echó la bronca a una empleada. No sé si tenía razón o no pero me enfadé mucho por las formas mientras la persona abroncada bajaba la cabeza y pedía disculpas, encima lo que le echaba en cara era una nimiedad, estuve a punto de ponerle una reclamación, la única razón por la que no lo hice fue porque había cola y tenía mucha prisa, pero me puse claramente del lado de la “víctima”.
12. Soluciona su problema. Dale a la persona alternativas o formas de solucionar el tema. Le puedes dar información, recomendarle un curso, contarle qué es lo que te funciona a ti, etc.
13. Escucha activa. Escucha la opinión de la persona, no se trata sólo de decirle lo que piensas, puede que tenga un enfoque distinto que a ti no se te había ocurrido, y tenga parte de razón. Contéstale diciéndole con otras palabras lo que te ha dicho para que entienda que le has entendido, valga la redundancia.
Ten en cuenta también que los cambios no son fáciles para nadie, por eso puedes ofrecer tu ayuda para hacer el proceso más fácil.
A veces tenemos que ser un poco más directos, pero no perdamos de vista el objetivo: conseguir un cambio.
Me gustaría que me mandarais sugerencias de temas de los que os gustaría que escribiera, a veces tengo dudas de si de lo que escribo va a ser de interés o no, así que de ese modo voy más a tiro hecho.