Aprovechando la oportunidad que nos brinda Leticia Díez de Coaching10, la cual agradecemos, deseamos invitaros a reflexionar sobre un tema que nos apasiona como son los valores y las emociones.
Desde la infancia hemos oído hablar de estos dos conceptos pero muchas personas ante la pregunta de qué son, se quedan reflexionando sin saber cómo contestar. Aquí no nos interesan tanto las definiciones técnicas sino lo que suponen para ti personalmente y cómo crees que influyen en tu vida diaria.
Los valores son convicciones morales inherentes a la persona, que contienen un juicio sobre lo que es correcto, bueno o deseable. Son el vínculo entre nuestras creencias y cómo nos comportamos. Cada persona tiene su propio sistema de valores y su importancia estriba en que son nuestro pilar y nuestro motor en la vida, son la guía de cómo nos enfrentamos al mundo y cómo nos comportamos. En definitiva, sostienen nuestra identidad, nuestro yo. Tienen un carácter universal y son compartidos por muchas culturas y sociedades de nuestro mundo.
Así, conociendo y trabajando nuestros valores podemos trabajar nuestras creencias, modificando aquellas que son limitantes, sustituyéndolas por creencias potenciadoras. Por lo tanto, de esta forma, podemos cambiar nuestro comportamiento, consiguiendo aquello que deseamos.
Las emociones son reacciones temporales ante un estímulo como una determinada situación o pensamiento. No son ni buenas ni malas, todas cumplen un papel adaptativo y necesario en nuestras vidas, y también son universales, es decir, se dan en todas las culturas.
Al igual que los valores, son guías en nuestra vida. Valores y emociones van de la mano, y esto se entiende al observar cuándo somos congruentes o no, entre lo que hacemos y los valores que tenemos.
Cuando nuestros valores y nuestras acciones se encuentran alineados, nos sentimos coherentes, alegres, satisfechos, sinceros, felices, honramos nuestros valores. Sin embargo, cuando hacemos algo y no va en sintonía con lo que creemos y con nuestros valores, nos sentimos mal, tristes, con insatisfacción, frustración, estrés, e incluso podemos enfermar.
Así, las emociones son señales, indicadores de si vivimos alineados o en sintonía con nuestros valores o no. Nos ayudan a ser conscientes de cómo estamos o nos sentimos en un momento determinado o ante una actuación concreta, y son una señal de alerta que nos da nuestro cuerpo y mente para poder poner orden en nuestra vida.
Así, fijándonos en qué emoción nos provoca aquello que hacemos, podemos descubrir si nuestras acciones van en sintonía con nuestros valores.
La relevancia de ser conscientes de la relación entre valores y emociones, y de cómo estos son flexibles, es decir, pueden variar, nos ayuda a comprender que si trabajamos los valores y la congruencia de éstos con nuestras acciones, teniendo indicadores tan claros como nuestras emociones, podemos detectar lo que no nos gusta, aquello que no estamos haciendo y reorientar nuestras acciones hacia los objetivos que deseamos conseguir.
Además, los valores no son estáticos, van cambiando con el tiempo, por lo que es necesario revisarlos para dar la respuesta a lo que se busca o se desea conseguir. Incluso desde el aprendizaje y puesta en marcha de habilidades sociales y competencias podemos adquirir conscientemente nuevos valores que nos acercan a los objetivos que queremos conseguir. Estos marcarán nuestro plan de acción, consiguiendo no solo cambios en nuestro comportamiento y nuestras rutinas, sino también en nuestra identidad, en nuestro yo.
Por ello, tan importante es reflexionar sobre los valores que se tienen como sobre aquellos que se necesitan para conseguir lo que se desea, elaborando un plan de acción acorde con el objetivo buscado y los valores que lo sustentan, sabiendo en todo momento si es adecuado y si nos satisface a través de las emociones que nos embarguen en cada paso dado.
¿Sabes cuáles son tus valores fundamentales? Con ellos, ¿puedes conseguir lo que deseas? Tu objetivo, ¿precisa nuevos valores?
Si quieres vivir una experiencia única descubriendo tus valores, contacta con nosotros a través de armoniacoaching@gmail.com
Marta Reigadas y Gorka Arranz.
Coaches y profesionales de la Intervención Social
Muchas gracias, Marta y Gorka por vuestro artículo. Colaboradores como vosotros hacéis crecer Coaching10. Volved cuando queráis!
Si te ha gustado este artículo o quieres hacerles alguna pregunta al respecto, utiliza nuestro espacio para comentarios (bajo el contenido relacionado).