Llevamos un año en el que la generosidad viene llamando a nuestra puerta para pedir nuestra colaboración, nuestra ayuda, nuestra solidaridad y acompañamiento para todos esos desafortunados que han sufrido y sufren esta situación.
La generosidad nos pregunta a los afortunados si queremos ser el regalo y el milagro que anhelan y necesitan.
En este momento, después de lo vivido este año y acercándose fechas que nos invitan a pensar todavía más en los demás, tú puedes ser el milagro.
¿Qué mejor momento que este para la generosidad? ¿Nos hemos parado a pensar en todo lo que tenemos? Nuestros armarios están llenos, así como nuestra despensa y nuestro frigorífico, además de una familia cerca, salud, trabajo, un confortable hogar y encima, en estas próximas fechas, recibiremos más regalos.
Hay muchos que esperan regalos y otros muchos que esperan milagros. Esperan que tus regalos, los míos y los de muchos otros, puedan convertirse en esos milagros que necesitan para al menos sobrellevar sus problemas.
Y es que tú puedes ser el milagro con tu generosidad. A ti seguramente te pasa lo que a mí y a muchos de los que estén leyendo este artículo; tenemos de todo o casi de todo y otro regalo más podría convertirse en un verdadero milagro para otro que no espera recibir nada porque su situación no se lo permite.
Dice Paulo Coelho: De la misma manera que estás transformando tu vida, transforma la de los demás a tu alrededor. Cuando te pidan, no olvides dar. Cuando llamen a tu puerta, no dejes de abrir.
Es nuestro objetivo transformar nuestra vida, procurando crecer cada día, pero en ese crecimiento podemos transformar la vida de los demás.
Tu generosidad puede hacer que brille la magia de la Navidad y existan los Reyes Magos.
Tu generosidad puede hacer que la soledad de alguno se convierta en compañía y aliento.
Cuando yo doy, me doy a mí mismo. WALT WHITMAN.
Tu generosidad puede hacer que el desánimo y el desasosiego se convierta en esperanza.
Tu generosidad puede hacer que alguien se sienta escuchado y que sus palabras tengan algún sentido.
Es bueno dar cuando alguien pide, pero es mejor todavía poder dárselo todo al que nada pidió. PAULO COELHO.
Tu generosidad puede hacer que tu palabras sean el consuelo y aliento que estaba esperando.
Tu generosidad puede hacer que que tus dones, capacidades y cualidades, sean compartidas para ofrecer soluciones para otros.
Bienaventurados los que dan sin recordar y los que reciben sin olvidar. MADRE TERESA DE CALCUTA
Tu generosidad puede hacer que alguien tenga esa oportunidad de demostrar sus aptitudes y encuentre el trabajo que necesitaba.
El éxito es encontrar satisfacción en dar un poco más de lo que das. CHRISTOPHER REEVE.
Tu generosidad puede hacer que tus bienes lleguen a otros que se conforman con poder comer algo, abrigarse cuando tienen frío y poder dar alegría a sus hijos.
Tu generosidad puede hacer que ese acto tuyo desinteresado se contagie a otros muchos y entre todos hagamos un mundo mejor.
No es rico el que tiene mucho, sino el que da mucho. ERICH FROMM
Tu generosidad puede hacer que todos entendamos que primero es dar y después recibir.
Hay quienes necesitan una mano y nos hacen recordar que nosotros tenemos dos. San Agustín.
Tu generosidad puede hacer que la gran fortuna que tienes hoy con la salud, con el trabajo, con tu casa, con tu familia, se transforme en alegría para los demás.
La generosidad disfruta de las felicidades ajenas, como si fuera responsable de ellas. CONDE DE LAUTRÉAMONT.
Tu generosidad puede hacer que allá donde parecía que solo iba a permanecer la oscuridad, empiece a brillar al menos una pequeña luz que alumbre el camino de alguien.
Y si no das más, tan solo encuentra lo que hay en tus manos, piensa que dar amor nunca es en vano. Sigue adelante sin mirar atrás. PABLO NERUDA.
En un artículo que leí sobre el valor de la generosidad decía: Ser generoso implica dar no solamente dinero, sino también nuestro tiempo, escuchar con paciencia a una persona que necesita orientación o un consejo, tal vez posponer nuestros planes para ayudar a realizar otros que no nos pertenecen o no representan un interés particular propio. Por ejemplo, algo muy sencillo, ver y ayudar a alguien que busca una dirección mientras vas afanado por la calle porque se te hizo tarde. Ser generoso implica inequívocamente buscar el bien para otro, así de simple. Se trata de un acto de voluntad desinteresado para entregar algo que tenemos y no algo que nos sobra o abandonarlo porque ya no lo queremos.
Al final, sólo se tiene lo que se ha dado. ISABEL ALLENDE
Tu generosidad puede hacer que ese regalo que ibas a recibir por tu cumpleaños, por Navidad, por Reyes o por cualquier otro motivo, se transforme en ese milagro que alguien necesita.
Este año en vez de recibir, puedes dar y ser tú el milagro.
Muchas gracias por estar aquí y compartirlo.
"Solo podemos iluminar el mundo si transmitimos luz"
"Solo podemos dejar huella con nuestra acción continua"