La falta de aceptación de su propia orientación sexual, así como el rechazo social, derivan en que la población lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT) sea más propensa a problemas como depresión, ansiedad, aislamiento, violencia y pensamientos suicidas, así como desórdenes alimentarios. Así pues, la realidad de las personas “trans” es cada vez más visible en nuestra sociedad. El entorno social y los valores asociados a lo masculino y lo femenino condicionan en gran medida la calidad de vida de estas personas. Continuemos desarrollando este tema a través del concepto de transfobia y sus consecuencias.
¿Qué es la transfobia?
El término transfobia hace referencia al odio o aversión profunda hacia las personas que, de diversa manera, ejercen una identidad de género diferente a la asignada socialmente, es decir, odio o aversión a las personas “trans”.Cuando hablamos de personas trans se suele aludir a los términos “sexo” y “género”. Para entenderlo mejor, vamos a desglosar ambas partes:
Sexo: El sexo se asigna al nacer, hace referencia a los componentes biológicos, fisiológicos o anatómicos de una persona como hombre o mujer. Se encuentra asociado principalmente con atributos físicos tales como los cromosomas, la carga hormonal y la anatomía interna y externa.
Género: El género hace referencia a las conductas y los roles que se esperan socialmente y que se consideran apropiados para niños y hombres, o niñas y mujeres. Estos influyen en la manera en que las personas actúan, interactúan y en cómo se sienten sobre sí mismas.
El término “trans” en la actualidad hace referencia a la “identidad transgenérica” y ésta se contempla como una falta de adecuación del sexo biológico de una persona al género con el que se siente identificada, sin asociarse en ningún caso con trastornos mentales. Realmente no existe un modelo único ni protocolo base para ser “trans”, cada persona trans es diferente, y de ahí la diversidad existente y la confusión que a veces se tiene con respecto a ciertos términos.
Tipos de Transfobia
La transfobia abarca el odio, el rechazo, la violencia, la discriminación en cualquiera de sus formas, el aislamiento, la incomprensión y todo el abanico de conductas negativas a las que se tienen que enfrentan las personas trans por parte de su entorno.La transfobia se puede manifestar de múltiples formas:
Creencias y actitudes negativas hacia personas trans. Por ejemplo, expresiones inadecuadas e inciertas como “las personas trans tienen una enfermedad mental.”
Aversión y prejuicios hacia las personas trans. Del tipo “las mujeres trans son hombres disfrazados”.
Falta de aceptación y negativa al uso de pronombres con los que se identifica la persona trans. Cuando una mujer trans pide que se le trate con pronombres femeninos y el entorno se niega a referirse a ella de esa manera.
Insultos o lenguaje despectivo.
Discriminación y aislamiento.
Intimidación, abuso, violencia etc.
Todas estas formas de transfobia tienen consecuencias verdaderamente dramáticas en la vida de las personas trans, causando un gran impacto en su estado emocional y su bienestar.
La violencia en la transfobia
En cuanto a la violencia, es en este ámbito donde se dan algunas de las consecuencias y manifestaciones más extremas de transfobia.El informe “Jóvenes trans en el sistema educativo” presentado en 2019 por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) mostró que un 58% de las personas trans entre los 16 y los 24 años había sufrido algún tipo de transfobia en la etapa escolar. La forma en que se expresaba la transfobia como agresión era a través de insultos (40%), acoso (25%), seguido de amenazas (22%) y ciberviolencia (18%).
Este tipo de actitudes violentas provoca que el suicidio o los intentos suicidas sean doblemente frecuentes en los niños y adolescentes trans, con ejemplos dramáticos recientes en nuestro país como el suicidio de Alan en Cataluña (Álvarez, 2015), o el de Ekai en País Vasco (El Español, 2018).
En general, las personas trans están más expuestas a tasas más altas de violencia y victimización, es decir, es más probable que una persona trans sea atacada en la calle o en cualquier otro lugar sólo por el hecho de ser trans. Los delitos de odio contra las personas del colectivo LGTB (Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales) aumentan año tras año según el informe del Observatorio Madrileño contra la LGBTfobia (2019).
Además, las personas trans tienen un mayor riesgo de morir asesinadas solo por vivir acorde a su identidad de género. Según Transgender Europe (2020), un total de 350 personas trans fueron asesinadas desde el 1 de octubre de 2019 al 30 de septiembre de 2020, lo cual representa un incremento del 6% desde la actualización de 2019. El 98% eran mujeres trans. Un total de 3.664 personas trans han sido asesinas en 75 países entre enero de 2008 y septiembre de 2020.
Lamentablemente, se estima que esta cifra es mucho mayor, ya que a menudo estos crímenes no son registrados ni catalogados correctamente, debido al desconocimiento e incomprensión que existe en torno a las realidades e identidades trans.
Consecuencias Psicológicas y Sociales de la Transfobia
Desde nuestras consultas, son numerosas las consecuencias psicológicas y sociales que llegan y que sufren la transfobia, entre las que cabe destacar las siguientes.Menor apoyo social
Esto provoca que las personas trans se sientan aisladas, incomprendidas, con mayores sentimientos de soledad y miedo.Hipervigilancia
Como defensa ante estas manifestaciones de transfobia, las personas trans aprenden a estar hipervigilantes ante las reacciones del entorno, por posibles manifestaciones de rechazo, ya sean las abiertamente violentas o más sutiles, como miradas de desaprobación o cuchicheos sobre su apariencia corporal. Esto les provoca un estado de tensión permanente.Disforia de Género
El rechazo continuo puede provocar que las personas trans manifiesten problemas con la aceptación de su imagen corporal. Esto es lo que técnicamente se conoce como “disforia de género”, y alude a la sensación de incomodidad o angustia que pueden sentir las personas cuya identidad de género difiere de las características físicas relacionadas con el sexo biológico que les asignaron al nacer.Dado que la sociedad impone que una mujer debe tener unos atributos físicos determinados, y un hombre debe tener otros, las personas que no cumplen estrictamente esas convicciones sociales son rechazadas y discriminadas, haciéndolas sentir que son “raras”, “enfermas” o, cuanto menos, “no atractivas” a ojos de la sociedad.
Transfobia Interiorizada
En numerosas ocasiones, los prejuicios sobre las personas trans son interiorizados por las propias personas trans, provocando lo que se denomina “transfobia interiorizada”, entendida como el rechazo que una persona trans siente hacia sí misma y hacia otras personas trans, lo que le genera una baja autoestima y un pobre concepto de sí misma.Es importante entender que este rechazo a uno mismo y/o a su propia fisionomía (disforia de género) no es por ser una persona trans en sí, sino por la interiorización de valores, prejuicios y estereotipos negativos que imperan en la sociedad hacia las personas trans, de los que ellas mismas acaban siendo víctimas.
Mayores problemas de salud mental
Todas estas problemáticas que se derivan de la transfobia generan una serie de consecuencias psicológicas muy perjudiciales para la salud mental de las personas trans que se constatan en:Mayores problemas de ansiedad y estrés
Mayores tasas de depresión, mayor desesperanza ante el futuro
Mayor ansiedad social ante los encuentros sociales, hipervigilancia ante las posibles reacciones negativas del entorno
Problemas de abuso de sustancias psicotrópicas
Trastornos de la conducta alimentaria
Mayor riesgo de suicidio o de intentos suicidas
¿Qué hacemos en consulta para trabajar el estado emocional de una persona transgénero?
Es mucho lo que la terapia psicológica puede aportar para mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas trans:Ayuda para gestionar el malestar emocional y los problemas de salud mental derivados de la transfobia
Superar la disforia y la transfobia interiorizada
Fomentar la resiliencia y los recursos de cada persona
Terapia y asesoramiento con familias y entornos de personas trans
Acompañamiento en la gestión y aceptación de los cambios corporales
Acompañamiento en el proceso de reafirmación de género