¿Qué es la violencia de género?
La violencia de género es cualquier tipo de violencia que se lleva a cabo debido a su sexo o identidad de género. El agresor utiliza esta violencia con el objetivo de hacer daño, dominar, manipular y coaccionar. Es frecuente que la víctima sea mujer, pero no quiere decir que no existan mujeres que ejerzan este tipo de violencia.
Tipos de violencia de género.
La violencia de género puede llevarse a cabo de múltiples formas:
Violencia física. Es la más visible porque deja huellas externas: patadas, empujones, mordiscos, golpes, etc.
Violencia psicológica. Es la más frecuente. El agresor insulta, amenaza, humilla, culpabiliza,… a la víctima. La víctima suele percibirse como culpable e indefensa, aumentando la dominación por parte del agresor.
Violencia sexual. Hace referencia a todas las presiones psicológicas o físicas que se realizan con el objetivo de imponer una relación sexual no deseada por la víctima.
Violencia económica. Consiste en el control de los ingresos de la víctima. En ocasiones, el agresor le impide trabajar a la víctima o bien le exige todo le dinero ganado mediante el trabajo. De nuevo, aumenta el dominio sobre ella, ya que no es independiente económicamente.
Violencia social. Se refiere a la limitación de los contactos sociales y familiares de la víctima desapareciendo, por tanto, el apoyo social de la misma. Para ello, controla las llamadas, mensajes, horarios de salidas, etc.
Ciclo de la violencia.
Este tipo de violencia se presenta en forma de ciclo y consta de las siguientes fases:
Fase de acumulación de tensión. El agresor comienza a tener actitudes hostiles hacia la víctima. Esta última no comprende que está ocurriendo e intenta buscar explicaciones.
Fase de agresión. Es la más corta pero la más peligrosa. El agresor descarga violentamente toda la tensión descargada en la fase anterior. Con el tiempo, esta fase se vuelve más frecuente y aumenta su duración e intensidad.
Fase de luna de miel. El agresor muestra arrepentimiento, se disculpa y promete que no va a volver a ocurrir. Suele hacerle regalos a la víctima. Realiza un cambio de comportamiento, pero poco a poco vuelve a los inicios, volviendo a la fase de acumulación de tensión.
Consecuencias psicológicas para la víctima.
Evidentemente, la violencia de género puede tener importantes consecuencias físicas. En algunos casos, incluso la muerte. Cuando no se llega a ese extremo, las huellas físicas pueden curarse y las psicológicas se vuelven más importantes y duraderas. Algunas de ellas son:
Baja autoestima.
Problemas de ansiedad y depresión.
Creen que si no dependen de alguien no serán capaces de seguir adelante.
Trastornos del sueño.
Dificultad para reconocer e identificar emociones.
Dificultad para tomar decisiones.
Si te encuentras en una situación como esta, Psicólogos Málaga PsicoAbreu puede proporcionarte ayuda mediante la terapia. Así, desaparecerán estos síntomas psicológicos y podrás volver a retomar tu vida.