Todos son dulces al paladar, pero estos carbohidratos no son iguales. Estas son las principales características de cada uno de ellos
Azúcar, fructosa, sacarosa, monosacárido, carbohidrato… El mundo del dulce, tan agradable al paladar, no es tan amigable a la hora de distinguir entre los diferentes tipos de azúcar que existen. A pesar de que entre ellos se recogen semejanzas, las variables que los hacen únicos son muy acusadas y suponen un punto de inflexión clave a la hora de determinar ante cuál de todos estos azúcares nos encontramos.
A pesar de que los azúcares formen parte de los carbohidratos o hidratos de carbono uno de los tres micronutrientes básicos, junto con las proteínas y las grasas, deben identificarse dos diferencias básicas entre ambos:
Los carbohidratos no son solubles en agua; mientras que los azúcares, sí.
Los hidratos de carbono deben ser divididos en moléculas simples para poder ser digeridos. Los azúcares se digieren sin dificultad por el organismo.
Antes de continuar, conviene recordar que todos los tipos de azúcares pueden formar parte de una dieta equilibrada y saludable siempre y cuando se consuman con moderación.
¿Qué es el azúcar?
“Sustancia cristalina perteneciente al grupo químico de los hidratos de carbono, de sabor dulce y de color blanco en estado puro, soluble en el agua, que se obtiene de la caña dulce, de la remolacha y de otros vegetales”. Así define la RAE al azúcar, uno de los ingredientes de nuestra alimentación que ha sido considerado como la ‘droga del siglo XXI’ por la enorme adicción que puede llegar a generar entre sus consumidores.
Bajo el nombre de ‘azúcar’ se suele reconocer el endulzante que se encuentra en todas las despensas, pues es la forma más común de consumo. Este ‘azúcar de mesa’ es la sacarosa o sucrosa sucrose, en inglés, que conviene diferenciar de otros tipos de azúcares pertenecientes al grupo de compuestos químicos de los carbohidratos. Así, el ‘azúcar de mesa’ o sacarosa es la combinación de dos carbohidratos diferentes una molécula de fructosa y una molécula de glucosa por lo que forma parte de los disacáridos.
¿Qué es la glucosa?
La glucosa es un monosacárido, es decir, un tipo de azúcar que no se puede descomponer en otro más simple por medio de hidrólisis proceso de desdoblamiento de una molécula por la acción del agua. Se engloba dentro de los carbohidratos al estar compuesta de seis átomos de carbono. La glucosa también recibe la denominación de ‘dextrosa‘ por su nombre en inglés.
El monosacárido más importante para el organismo es la glucosa, pues es la fuente de energía ‘preferida’ del cuerpo. El sistema digestivo procesa la mayoría de los carbohidratos que se ingieren en forma de glucosa para poder ‘alimentar’ a las células. Por tanto, la glucosa es el ‘menú’ favorito del organismo, ya que la mayoría de los azúcares y carbohidratos complejos que se ingieren se descomponen en la digestión creando dextrosa.
El almidón, otro importante carbohidrato complejo que nos nutre de energía, está formado por cadenas de moléculas de glucosa. Esta es la razón por la que la pasta, el pan o las patatas fuentes de almidón se consideran alimentos a tener bajo vigilancia en el caso de pacientes diabéticos. El almidón, al estar compuesto por cadenas de glucosa, eleva los niveles de este monosacárido en sangre. El motivo de que a los valores de ‘azúcar en sangre’ se le llame ‘índice glucémico‘ de glucosa viene precisamente de aquí.
¿Qué es la fructosa?
La fructosa es un monosacárido, al igual que la glucosa. Es un azúcar natural muy presente en las frutas y verduras que se absorbe de manera muy rápida por parte del organismo. La fructosa también se conoce como levulosa o ‘azúcar de fruta’, y se metaboliza principalmente en el hígado la glucosa, sin embargo, se metaboliza en casi todos los órganos. No requiere de insulina para que el cuerpo pueda utilizarla, al contrario que en el caso de la glucosa donde los tejidos absorben la glucosa de la sangre para obtener su energía durante este proceso, la hormona de la insulina se hace imprescindible.
Puesto que la fructosa no eleva considerablemente los niveles de glucosa en sangre y no requiere insulina para que el organismo la procese, este tipo de azúcar es mucho mejor tolerada por los pacientes que padecen diabetes. Este ‘beneficio’ tiene su contrapunto en el hecho de que, al no estimular la secreción de insulina ni grelina hormona que ayuda a regular la sensación de apetito, la fructosa no provoca la misma sensación de saciedad que otros carbohidratos y puede dejarnos ‘con hambre’.
¿Qué es la sacarosa?
Tal y como se ha explicado, esta es otra denominación para llamar al conocido como ‘azúcar de mesa‘. Por tanto, todas las explicaciones relativas a la sacarosa son equivalentes a las del apartado anterior.
¿Qué es un disacárido?
Un disacárido es la unión de dos moléculas indivisibles de azúcar, es decir, un disacárido se crea cuando dos monosacáridos se anexionan eliminando una molécula de agua en la reacción. Un ejemplo de disacárido sería el ‘azúcar de mesa’, que es la combinación de dos carbohidratos diferentes una molécula de fructosa y una molécula de glucosa.
¿Qué es un monosacárido?
La RAE define como monosacárido aquel “azúcar que no se puede descomponer en otro más simple por hidrólisis”. Los monosacáridos también se conocen como ‘azúcares simples’.
Fuente: El confidencial
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