Se parecen muchísimo en aspecto y en algunas de sus características nutricionales, pero existen algunas diferencias entre ellas
La levadura de cerveza es un hongo unicelular subproducto del proceso de fabricación de la cerveza. Es una levadura activa ó viva utilizada en la fermentación de masas y, por este motivo no es recomendable utilizarla en según que situaciones. Es de sabor amargo, a menos que se haya sometido a un proceso de desamargado.
Algunos de los beneficios que nos proporciona incluir la levadura de cerveza en nuestra dieta:
La levadura de cerveza tiene un efecto beneficiosos sobre la piel, cabello y uñas por su alto contenido en biotina y zinc, por lo que es ideal para mitigar afecciones como el acné, los eccemas o la resequedad.
Facilita la digestión gracias a los probióticos presentes en ella, que contribuyen al mantenimiento de la flora intestinal y activa las enzimas digestivas.
Está indicada en procesos que dañen la flora intestinal, como pueden ser la toma de ciertos medicamentos durante largos periodos de tiempo o cuando sufrimos algún déficit nutricional.
Es muy utilizada en casos de fatiga crónica gracias a su aporte de vitaminas, minerales y proteínas.
La levadura de cerveza retrasa el envejecimiento cutáneo. Favorece la circulación sanguínea, dejando la piel más elástica y viva.
Estimula las defensas gracias a la acción de un glucano que se encuentra en la pared de Saccharomyces cerevisae.
Es un excelente complemento para regímenes de adelgazamiento.
Contribuye a tonificar el sistema nervioso gracias al aporte de vitaminas del complejo B. Es una de las mejores fuentes naturales de vitaminas del complejo B.
Se recomienda el consumo de levadura de cerveza a diabéticos e hipertensos ya que no contiene azúcar y el contenido en sodio es bajo. Por otra parte su contenido en cromo ayuda a la degradación de grasas y azúcares para obtener energía.
Se recomienda la levadura de cerveza en caso de afecciones hepáticas por su acción desintoxicante (favorece la eliminación de las toxinas) y antioxidante.
La levadura nutricional proviene del hongo Saccharomyces cerevisiae, comúnmente cultivado en la melaza de la remolacha azucarera o en la melaza de la caña. Se fermenta y luego se seca cuidadosamente, a bajas temperaturas para preservar sus valiosos nutrientes.
Al contrario de la levadura de cerveza, la levadura nutricional es una levadura inactiva, no sirve para fermentar y se utiliza sobre todo en la cocina vegana como condimento por su apreciado gusto salado con sabor a queso.
Para saber por cual de ellas debes decantarte, vamos a ver los beneficios y contraindicaciones del consumo para cada una de ellas.
En el caso de la levadura de cerveza, si bien es cierto que es un producto alto en vitaminas del grupo B y en proteínas, se han observados casos de hiperreacciones alérgicas al tomar este suplemento.
Está totalmente contraindicada en caso de tener ó ser propenso a sufrir infecciones por Cándida Albicans, ya que esta levadura sirve de alimento a este hongo.
En caso de enfermedades relacionados con los intestinos como enfermedad de Chron, síndrome del colon irritable ó colitis ulcerosa, se ha comprobado que en estas personas podría provocar o agravar los síntomas de la enfermedad.
En cuanto a la levadura nutricional, al ser una levadura inactiva, no presenta las contraindicaciones de la anterior, si bien es cierto, que en personas con enfermedades intestinales, conviene tomarla con moderación poco a poco y observar si se produce algún síntoma tras su ingesta.
La levadura nutricional es un alimento muy rico en algunos minerales, entre los cuales destacan el magnesio, calcio, hierro, cobre, cromo y selenio. El cobre es un oligoelemento especialmente valioso para quienes tienen dificultades para regular el azúcar en sangre y por eso a la levadura nutricional hay quien la llama la “insulina vegetal”. El magnesio es conocido, entre otros tantos beneficios, porque ayuda a agilizar el ritmo deposicional (nos ayuda a ir al baño). Su contenido en hierro lo convierte en un ingrediente interesante para los casos de anemia ferropénica y como tónico de la salud en general.
Algunos de los beneficios que nos proporciona incluir la levadura nutricional en nuestra dieta:
La levadura nutricional proporciona los compuestos beta-1,3-glucano, trehalosa, manano y glutatión, que se asocian con el normal funcionamiento del sistema inmunológico.
Proporciona niveles significativos de minerales, como el Hierro. La levadura nutricional también contiene Selenio, que contribuye a reparar el daño celular y Zinc, que interviene en los procesos de cicatrización.
Los probióticos y el alto contenido en fibra de la levadura nutricional han demostrado efectos positivos la flora intestinal y la digestión.
La levadura nutricional contiene 9 de los 18 aminoácidos que el cuerpo no puede producir. Esto la convierte en una proteína de alto valor biológico y la hace especialmente interesante para veganos y vegetarianos.
Al contener vitaminas del grupo B y Zinc, contribuye al normal estado de la piel, el cabello y las uñas.
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