Existen numerosos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de que una persona padezca tendinitis de Aquiles. Comúnmente una combinación de factores, y no sólo uno, conduce a la lesión. Estoy seguro de que todos habéis oído hablar del popular “demasiado, demasiado pronto”. Normalmente, una de las principales causas de la tendinitis aquílea es poner demasiada carga en el tendón de Achiles durante mucho tiempo, sin darle tiempo suficiente a que se recupere. Como mencioné en una entrada previa, el tendón de Aquiles está en continua formación y destrucción de tejido y si no le das el tiempo necesario para regenerarse, te lesionarás.
Estas son las diferentes posibles causas y factores de riesgo de la tendinitis aquílea, recogidas en la guía clínica de la tendinitis de Aquiles de Christopher R. Carcia y col.:
Causas de la tendinitis aquílea
Pobre movilidad del pie y del tobillo:
Rango anormal de dorsiflexión (o flexión dorsal) de tobillo (movimiento del pie hacia arriba). Hablo de ambas posibilidades, tanto rango de movilidad limitado como excesivo. Las personas con el movimiento de flexión dorsal limitado, estando con la rodilla en extensión (estirada), experimentarán un aumento de la tensión en el tendón de Aquiles. Sin embargo, no está claro aún cómo un aumento en el rango articular de la flexión dorsal de tobillo aumenta el riesgo de padecer tendinitis de Aquiles.Rango de movilidad de la articulación subastragalina anormal (articulación entre el calcáneo [hueso del talón] y el astrágalo [el hueso que está justo por encima del anterior]). De nuevo estoy hablando de la posibilidad de que esta articulación tenga el rango de movilidad limitado o sea excesivo. Si esto ocurre, el tendón de Aquiles no se moverá con normalidad y se traducirá en una lesión antes o después.
Foto de Andrew Magill (modificada)
Debilidad en flexión plantar de tobillo (movimiento del pie hacia abajo), en otras palabras, los músculos de la pantorrilla ( gastrocnemios [gemelos] y sóleo, principalmente) están débiles.Pronación excesiva del pie (cuando el pie va hacia adentro y su arco tiende a colapsar, comúnmente se llama “overpronation” en inglés). Se piensa que esto disminuye el flujo de sangre al tendón de Aquiles. Cuando el pie colapsa hacia dentro, la pierna rota hacia adentro causando tensiones de torsión en el tendón. Esto es lo que le sucede a las personas con pie plano.
2. Discrepancia de longitud entre una pierna y otra (una pierna más corta que la otra) y pie cavo (arco del pie pronunciado), que producirán una desalineación, lo que se traduce en un menor flujo de sangre y, por lo tanto, mal funcionamiento del tendón.
3. Entrenamiento erróneo y material defectuoso:
Incremento excesivo de la actividad (por ejemplo muchos kilómetros corriendo), al volver a ejercitarte después de una lesión. Este incremento debe ser poco a poco, nunca empezar haciendo tanto como antes de una lesión.Aumento de la intensidad del entrenamiento y frecuencia del mismo. Tener días de descanso es estrictamente necesario ya que tienes que dejar que tu cuerpo se recupere tras el ejercicio.Carrera cuesta arriba. El tendón de Aquiles tiene que estirarse más de lo normal en cada zancada. Esto está bien durante un rato, pero significará que el tendón esté en continuo estrés si es prolongado en el tiempo.Calzado inapropiado. Me refiero a tener zapatillas viejas, zapatillas inadecuadas para tu tipo de pisada (“landing” en inglés), zapatos de tacón (que hacen que se acorte el tendón y los músculos de la pantorrilla) o zapatillas de deporte muy planas que se cree que provocan un excesivo estiramiento del tendón de Aquiles, causando un estrés fuera de lo común en el mismo.
Pobre método de entrenamiento o técnica en el ejercicio practicado -ejemplo, mala técnica de carrera.
Pobre flexibilidad – por ejemplo, tener los músculos de la pantorrilla cargados.
Hacer ejercicio en superficies duras, como puede ser correr sobre asfalto.Diferentes estudios médicos sugieren que un entrenamiento erróneo constituye entre el 60 y 80% de las lesiones tendinosas en corredores.
4. Factores ambientales:
Las temperaturas bajas pueden aumentar la fricción entre el tendón de Aquiles y los tejidos circundantes, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar síntomas propios de la tendinitis de Aquiles.
5. La obesidad, hipertensión, hiperlipidemia y diabetes también están asociadas a la tendinitis de Aquiles. Además, esta lesión es más común en personas mayores de 35 años de edad.
Si tienes alguna pregunta, no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de nuestro formulario de contacto en La Fisioterapia.net y estaré encantado de ayudarte. También tienes la opción de escribir un comentario más abajo.
Ten presente que puedes leer esta entrada en versión inglesa Achilles tendinitis: causes en mi blog The Physical Therapy.Caso real
Obeso, hipertenso, con colesterol alto, diabético, más de 35 años de edad y corriendo como loco a todas horas = hablo de un personaje con muchas papeletas de padecer tendinitis aquílea (ver la imagen en la cabecera del artículo para saber de quién estoy hablando). Solución: Mr H.J.S.
Fotos: Copyright © Andrew Magill (modificada), disponible bajo licencia CC BY 2.0. Las demás fotos son de dominio público (pixabay), no tienen copyright.
La entrada Tendinitis aquílea: causas aparece primero en La Fisioterapia.net, tu blog de fisioterapia y salud.