El síndrome de intestino irritable es una de las enfermedades inflamatorias más benignas y menos perjudiciales soportadas por el intestino, pero no por esto sus síntomas son menos molestos para la persona que lo sufre.
Comúnmente conocida como colitis, esta enfermedad crónica es causada por una inflamación de la membrana mucosa del colon, cuyas causas son en gran parte desconocidas, y que son agravadas por factores como la mala alimentación y el estrés.
Los síntomas del síndrome del intestino irritable son diferentes, no siempre ocurren al mismo tiempo o con la misma intensidad. En todo caso, aquí tienes una lista de los más comunes:
- Calambres abdominales que se irradian desde el lado izquierdo a través del vientre
- Estreñimiento alternado con diarrea
- Presencia de moco en las heces, un claro signo de inflamación en la fase aguda
- Meteorismo (gases intestinales)
- Distensión
- Halitosis (mal aliento)
- Digestión lenta y laboriosa
Si tú te encuentras con alguno de estos síntomas, no te apresures a dar un diagnóstico a la enfermedad, ya que estos síntomas pueden deberse a otros problemas intestinales ligeros, tales como la presencia de pólipos, enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, que tienen problemas más graves que el síndrome del intestino irritable. Incluso la enfermedad celíaca puede presentarse con estos síntomas.
Si después de una visita a tu médico y con los análisis precisos el diagnóstico es colitis o síndrome de "intestino irritable, las maneras de sanar son diferentes.
¿Necesitas saber qué es lo mejor que puedes hacer contra este trastorno para obtener los mejores resultados?
Sólo debes saber que no hay que esperar milagros, no te precipites. Eres hora de que elijas el mejor método y seas perseverante.
Para restablecer el equilibrio del intestino y el colon necesitas tiempo, paciencia y el deseo de cambiar tus hábitos para mejorar tu calidad de vida. Por ejemplo, la fuente de alimentación es la primera y la mejor terapia. Tienes que elegir los alimentos que reducen la inflamación y la hinchazón, y estimular la actividad intestinal de manera adecuada incluyendo proteínas magras (carne y pescado), patatas (hervidas), arroz, frutas y verduras ricas en fibra (zanahorias, berenjenas, calabacines, manzanas, peras, ciruelas, caquis maduros, uvas e higos), cereales integrales (incluyendo la avena), y una buena cantidad de agua.
Deberás reducir los alimentos leudados, como el pan dulce, galletas, pizza y pasteles. El alcohol también está prohibido.
Va a ser mejor que renuncies al consumo de café y lo reemplaces por con hierbas digestivas y calmantes como la manzanilla, melisa o hinojo. Gran equilibrante de la flora intestinal es el yogur, y también lo son los alimentos probióticos, mientras que otro remedio natural eficaz es el carbón, que absorbe los gases intestinales. Entre los remedios herbales es buena la maleza, que debes tomar media hora antes de las comidas, unas 20 gotas dos veces al día.