¿Te ha ocurrido alguna vez que todos tus planes se van al traste sin saber muy cómo y porque ha sido? Cuando eso te ha ocurrido ¿has tirado la toalla a la primera y piensas ¡qué mala suerte tengo? A la hora de emprender alguna cosa, ya sea laboral, personal o de pareja ¿lo piensas lo meditas y das el primer paso?, o por el contrario ¿eres de los que se cruzan de brazos esperando que alguien lo haga por ti? ¿te agobias con cualquier cosa que te pasa?
Párate y piensa en estas dos preguntas, si has contestado afirmativamente a alguna de ellas, está claro que eres una persona de las que siempre ven el vaso medio vacío.
Las personas pesimistas son infelices, no son capaces de disfrutar de las cosas pequeñas de la vida, de esos pequeños detalles que hacen que nuestro día a día sea mas llevadero.
Pero llega un momento en el que deben decir ¡basta ya!
Basta ya de?.Sentirnos agobiadas, perdidas, y solas.
¿sabes ser optimista?
Claro que ser optimistas cuando todo nos va bien es fácil, lo difícil es serlo cuando nos las dan todas en el mismo lado.
Ser pesimista no es ninguna enfermedad, ni una manera de ser, es una actitud, con un poquito de fuerza de voluntad, podemos aprender a ser optimistas.
Lo primero es tener una mente abierta al cambio de actitud, pues ser optimista no es nada más que tener una actitud positiva ante la adversidad.
No se trata de reírte de todo lo que te viene mal, sencillamente es ver el lado positivo de las cosas, pues todo tiene una parte buena y una mala, en todos los aspectos de la vida.
si eres optimista, serás capaz de cuando un problema llame a tu puerta, saber por donde cogerlo y no quedarte cruzad@ de brazos lamentándote de tu mala suerte. Busca soluciones donde solo ves problemas.
Ser optimista nos da mejor calidad de vida, menos ansiedad, menos estrés y todo esto se traduce en mejor salud.
No pierdas el tiempo pensando: ¿qué hago? ¿dónde voy? ¿por qué a mí? Cuando te venga un mal momento párate a pensar que es lo que pasa y porque, una vez identificado el problema, podrás hacerle frente, ese es el truco para ser optimista. Ser capaces de mirar a la vida de tú a tú, de cara y de frente.
Rodéate de personas optimistas, pues el optimismo se contagia, no te dejes influir por personas que te aporten ese optimismo que a ti te falta.
Piensa en lo que quieres, plantéate metas aunque sean pequeñitas, las grandes vendrán solas.
Os aseguro por propia experiencia que ser optimistas nos abre las puertas a una nueva vida.
Recordar que:
La vida reparte las cartas, pero la partida la juegas tú.
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Un saludo
Mari Carmen.
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