La verdadera felicidad reside en la actitud. A nivel personal, puedes encontrar un montón de excusas para boicotear tu verdadero desarrollo personal, sin embargo, desde el punto de vista vital, la actitud te ayuda a salvar los principales obstáculos en este camino de la existencia. No puedes cambiar algunas circunstancias externas que trascienden a tu voluntad, pero sí puedes cambiar tu actitud. Y además, puedes entrenar esta actitud de un modo positivo para crecer en constancia, fuerza de voluntad y alegría vital.
Consejos para entrenar la actitud optimista
1. Si otras personas pueden ser optimistas y vitales, tú también puedes serlo. Este es uno de los claros ejemplos de inspiración personal. Busca el ejemplo de personas que a pesar de las barreras de la vida, proyectan ánimo, luz, optimismo y felicidad.
2. Por tanto, para entrenar esta actitud también es recomendable que te rodees de personas que te animan a avanzar, en lugar de gente negativa que te lleva a compadecerte de ti mismo.
3. Muchas personas actualizan de un modo habitual mensajes en las redes sociales. Publicar mensajes positivos en este medio también puede ser un ejercicio práctico para fomentar la actitud vital en tu vida personal.
4. Cuando escribes a mano, tu mente se activa más que cuando lo haces a ordenador. Por esta razón, escribir un diario compuesto de frases positivas de autores célebres puede ser un pequeño trabajo personal que leer y releer para activar en ti la semilla de la esperanza.
5. Eres más feliz cuando regalas alegría a los demás y compruebas el efecto de felicidad que produces en otros. Por ejemplo, cuando realizas una buena acción también experimentas esa paz interior que sentimos cuando practicamos el bien. Por tanto, no importa cuáles sean las circunstancias de tu vida, practica el bien, más allá de cualquier envidia o resentimiento.
6. Busca la verdad de tu corazón, aquella que te ayuda a ser tú mismo en letras mayúsculas. A veces, tendrás que tomar decisiones valientes. Decisiones que tal vez rompan la lógica de lo que otras personas esperaban de ti. Sin embargo, se trata de tu vida y de tu tiempo.
7. Organiza bien tu tiempo, establece un orden de prioridades desde el punto de vista de la urgencia o de la dificultad del tema. Vive dando importancia a aquello que realmente quieres dar un valor esencial en este momento. No te amargues el día por algo que seguramente no tiene tanto peso.
8. Practica con más frecuencia actividades que disfrutabas cuando eras un niño. Por ejemplo, dibujar, pintar o jugar. Evidentemente, lo harás desde otra perspectiva, sin embargo, es saludable que lo hagas.
9. Dar tiempo al tiempo. A veces, es lo único que puedes hacer. Sin embargo, la paciencia se ha convertido en toda una virtud puesto que cada vez es más habitual quererlo todo rápido y ya.
10. No culpes a nadie de tu infelicidad. Tú eres responsable de tus circunstancias, por tanto, vive el momento del ahora.
Disfruta del momento presente con la alegría de vivir la historia de tu vida.
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